Perdí mi juventud por un trastorno alimentario

Soy un hombre, 23 años y sufrí de anorexia nerviosa durante más de 6 años. Me recuperé a los 21 años sin ninguna ayuda profesional o familiar y no fue hasta los 22 que le dije a familiares y amigos que una vez tuve el trastorno. Ambos estaban enojados y no sorprendidos.

Me aterroriza lo que se convirtió en mi vida durante esa etapa de la vida. Me consumí completamente por el desorden, envolviéndome con estas invenciones de grasa imaginaria en mi cuerpo mientras me olvidaba por completo de crecer, de ser responsable, de ser sociable. Recién ahora me estoy graduando de la universidad. Pasé a tiempo parcial gran parte de mi carrera universitaria debido a problemas de salud o la cancelación de cursos por parte de la universidad.

Siento que una gran parte de mí se congeló, la parte que se iba a convertir en este joven. En cambio, después de recuperarme, veo lo atrofiado que estoy. Físicamente parezco 18, emocionalmente no estoy listo para ningún tipo de relación, recientemente aprendí a conducir y aún no he comenzado mi carrera. Siento que la anorexia se llevó una gran parte de mi vida que ni siquiera puedo recordar.

Trabajo, tengo un gran círculo de amigos, actualmente estoy terminando mi último semestre en la universidad, haciendo múltiples pasantías y tratando de no sentir odio por lo que me he convertido. Tengo esta intensa necesidad de jugar a “ponerme al día” con mi vida, ser el perfecto lo que sea, para recuperar el tiempo perdido. Y recordar siempre no exagerar con la dieta.

He estado tomando la iniciativa estos últimos 2 años pero ... a los 23 años ya siento que perdí mi juventud.


Respondido por Kristina Randle, Ph.D., LCSW el 2018-05-8

A.

Es una observación perspicaz que su crecimiento emocional y psicológico puede haber sido atrofiado por su trastorno alimentario. Los desafortunados resultados de esa observación, sin embargo, son sus sentimientos de odio a sí mismo. Esos son sentimientos difíciles de vivir. Debido a su infelicidad, recomendaría asesoramiento.

Muchas personas ingresan a la consejería cuando no están contentas con sus vidas. Para encontrar el mejor terapeuta, comience el proceso llamando al menos de cinco a diez personas. Sea detallado sobre lo que específicamente le gustaría ayudar. Pregúnteles sobre el tipo de tratamiento que ofrecerían. Puede sentir una conexión con uno o varios terapeutas en el teléfono. Elija varios terapeutas prometedores y visítelos en persona. Continúe este proceso hasta que encuentre un terapeuta con el que se sienta más cómodo. Ese proceso debería ayudarlo a encontrar su mejor combinación.

Una vez que comience la terapia, debería comenzar a sentir un progreso rápidamente, aunque puede ser leve. Debería sentirse un poco mejor después de cada sesión. Cada sesión debería dejarte algo en lo que pensar. La terapia no siempre es un proceso fácil, pero vale la pena el esfuerzo.

También quiero felicitarlo por superar una condición de salud mental muy grave. Estoy seguro de que no fue fácil y tu historia es una inspiración para otros. Debería estar orgulloso de su mayor logro en la vida. Sería un error minimizar ese aspecto exitoso de su vida. Te deseo lo mejor. Por favor cuídate.

Dra. Kristina Randle


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