Adicción al sexo relacionada con daño cerebral en ratas
Las ratas con daño cerebral se comportan como adictas al sexo a pesar de las consecuencias negativas.
Una nueva investigación muestra que cuando se induce daño en el área de la corteza prefrontal medial (mPFC) del cerebro en ratas, las ratas se comportan de manera similar a los humanos diagnosticados con "trastorno hipersexual".
El trastorno hipersexual, comúnmente conocido como adicción al sexo, afecta tanto a hombres como a mujeres, se caracteriza por un comportamiento sexual compulsivo y también incluye comportamientos como la masturbación excesiva, el cibersexo y el uso de pornografía. Según la Sociedad para el Avance de la Salud Sexual, hasta un 3-5% de la población puede verse afectada. El comportamiento sexual compulsivo también se asocia a menudo con otras afecciones psiquiátricas, incluido el trastorno bipolar y el abuso de sustancias.
El mPFC es un área del cerebro que se sabe que es importante para inhibir conductas destructivas u otras conductas inapropiadas. La Dra. Lique Coolen, Presidenta de Investigación de Canadá en el Departamento de Motivación y Recompensa de Neurobiología, y su equipo estudiaron si el mPFC podría estar involucrado en la inhibición del comportamiento sexual.
Las ratas macho con daño a la mPFC al principio exhibieron un comportamiento sexual normal en comparación con las ratas sin daño. Luego, los investigadores "enseñaron" a ambos grupos de ratas una asociación negativa con el sexo inyectando a todas las ratas con un medicamento después del apareamiento que les indujo náuseas. Las ratas aprendieron a asociar el apareamiento con consecuencias desagradables.
Después de un promedio de cuatro "lecciones", el 78% de las ratas no dañadas dejaron de tener comportamientos de apareamiento, llegando incluso a intentar evitar las ratas hembra por completo. Los animales con daño en el mPFC continuaron teniendo comportamiento sexual, a pesar de la consecuencia negativa inmediata de sentirse enfermos.
Estas ratas parecían ser capaces de aprender. Cuando se administró el mismo medicamento en un lugar específico, las ratas con daño de mPFC pudieron aprender la asociación y evitar ese lugar.
Se debe tener extrema precaución al comparar estudios de comportamiento animal con comportamiento humano. Pero la investigación de Coolen sugiere que la reacción común a los informes de adicción al sexo de celebridades como simplemente "una excusa para el mal comportamiento", puede ser un concepto erróneo. La adicción al sexo puede no justificar la mala prensa que recibe.
Es posible que no sea necesario dañar el cerebro mismo para causar la incapacidad de las ratas para controlar sus impulsos sexuales. Puede ser que diferencias más sutiles, como alteraciones en la química del cerebro o cambios en las conexiones neuronales, sean suficientes para desencadenar la compulsión sexual en ratas. Estas diferencias pueden ser más susceptibles de tratamiento potencial futuro.
Si bien se desconoce si estos resultados son aplicables a los humanos, este estudio puede ayudar a los científicos a comprender mejor otros trastornos relacionados con el control de los impulsos. Los próximos pasos en la investigación podrían centrarse en comprender cuáles son las sustancias químicas reales que son importantes para la función de la corteza prefrontal en la inhibición de estos comportamientos.
La investigación de la Dra. Lique Coolen se publicará en la edición de junio de Biological Psychiatry.
Fuente principal: Elsevier