¿Influye el atractivo en el acoso sexual?
Un nuevo estudio sobre el acoso sexual explora cómo el atractivo físico de la víctima y del perpetrador afecta la percepción social del acoso sexual.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Granada en España, también evaluó cómo la ideología del observador influye en cómo identifican tales incidentes.
Los investigadores presentaron una situación hipotética a 205 estudiantes universitarios (19 por ciento hombres, 81 por ciento mujeres). En este escenario ficticio, Sergio era un trabajador de una empresa que se presentaba de dos formas: físicamente atractivo y no atractivo.
Sergio acosó sexualmente a una compañera de trabajo, Laura, que igualmente era atractiva o poco atractiva. Específicamente, Sergio sometió a Laura a un acoso de género, que es una de las formas más sutiles.
Después de escuchar la historia de Sergio y Laura, los participantes tuvieron que completar un cuestionario. Sus respuestas se utilizaron para averiguar cómo habían percibido el acoso, a quién atribuían la responsabilidad de lo sucedido y cuál pensaban que era la motivación del acosador.
El cuestionario también reveló información sobre las variables ideológicas en torno al sexismo y la aceptación de los mitos en torno al acoso sexual.
“Cuando se les presentó un incidente de acoso sexual contra una mujer atractiva, las participantes tenían más probabilidades de percibirlo como acoso sexual que cuando la víctima no era atractiva”, dijo el Dr. Antonio Herrera, investigador de la UGR y coautor de el estudio publicado en la Revista Internacional de Psicología Social.
Cuando el acosador era atractivo, los participantes tendían a pensar que lo hacía para afirmar su dominio, más que por un motivo sexual.
“Los resultados de este estudio muestran cómo ciertos rasgos o características de las personas involucradas en un caso de acoso sexual adquieren tal importancia que enmascaran otras variables significativas en el proceso de toma de decisiones. Tienen consecuencias para el acosador, para la víctima y para el perceptor social ”, dijo Herrera.
En los casos en que el acosador no era atractivo pero la víctima lo era, los voluntarios le atribuían más responsabilidad. Esto encaja con uno de los grandes mitos que rodean al acoso: la creencia de que lo hacen a las personas atractivas quienes no lo son.
La subjetividad también entra en juego cuando los investigadores descubrieron que la ideología de los observadores también afectaba su percepción.
Cuanto mayor sea la aceptación de estos mitos sobre el acoso sexual, mayor responsabilidad se atribuirá a la víctima.
En este caso, estos prejuicios les hicieron más propensos a creer que el acoso sexual podría haber sido provocado por la mujer con algún tipo de fin "malévolo".
“Esto es especialmente importante a nivel legal, policial, laboral y social, ya que hace imprescindible eliminar las ideas preconcebidas que envuelven este fenómeno y que se encuentran tanto en hombres como en mujeres, como hemos visto en este estudio”, investigadores. concluido.
Fuente: Universidad de Granada / AlphaGalileo