Cómo manejar los ataques de pánico
Hay muchas cosas en la vida a las que temer. Puede resultar herido o muerto de muchas formas. Puedes perderte. Puedes hacer el ridículo. Algo les puede pasar a tus seres queridos. Otro ataque terrorista puede ocurrir en cualquier momento. Tanto de lo que asustarse. ¡Es suficiente para que tengas miedo de salir de casa!Y entonces no lo haces. O lo hace con mucha inquietud. Y cuando lo haga, puede sentir su corazón acelerado, su cuerpo temblando, su respiración apretada. Es posible que sienta dolor en el pecho y se pregunte si está sufriendo un ataque cardíaco. Es posible que se sienta sudoroso y se pregunte por qué la temperatura de su cuerpo está fuera de control. Puede sentirse mareado, inestable, débil y más.
Esta oleada de miedo, este pavor abrumador puede golpearlo en cualquier momento. Nadie más parece sentirlo.
¿Que pasa contigo? Te estás volviendo loco? ¿Lo estás perdiendo? ¿Estás condenado a quedarte en casa por el resto de tu vida? ¿Solo puedes ir a algunos lugares fuera de tu casa? ¿Debes vivir una vida muy estrecha?
Puede sentirse tan avergonzado que mantenga en secreto sus miedos y síntomas. Aunque puede sentir que lo que experimenta es extraño, es importante que sepa que los ataques de pánico son más frecuentes de lo que la mayoría de la gente cree.
La palabra "pánico" nos viene de los antiguos griegos. Se dice que experimentaron un terror abrumador cuando se encontraron con Pan, su dios de la naturaleza. Pan era mitad hombre, mitad bestia. Se dijo que tenía un grito tan intenso que los viajeros asustados que lo encontraron en el bosque murieron de miedo.
Aunque ya no creemos en Pan, las personas con ataques de pánico generalmente enfrentan sus miedos evitando lugares o situaciones en las que podrían entrar en pánico. Por lo tanto, pueden encontrarse evitando compromisos sociales, nuevas experiencias, viajes o estar solos. Incluso pensar en estas situaciones puede desencadenar una ansiedad intensa.
En sus formas más leves, el pánico es endémico de muchos roles. Los estudiantes entran en pánico antes de una prueba; los actores entran en pánico antes de que se levante el telón; los empresarios entran en pánico a medida que se acercan los plazos. Pero a otros les entra el pánico al intentar salir de la casa, y empiezan a sudar frío mientras se preocupan por todo. ¿Tienen todas sus cosas? ¿Se perderán? ¿Se ven bien? ¿Olvidaron algo? ¿Perderán su tren?
Para aquellos que no sienten pánico, es fácil decir "Relájate". "Tómalo con calma." "Lo harás bien". Ese consejo, aunque generalmente bien intencionado, es considerado simplista por quienes experimentan pánico. Los consejos que se dan con demasiada facilidad, con demasiada ligereza o con demasiada superficialidad son difíciles de tomar en serio.
Entonces, ¿qué debe hacer si experimenta ataques de pánico? Estos son los pasos que debe seguir y que lo encaminarán hacia la recuperación:
- Sepa con qué está lidiando. No estás loco, riéndote o perdiéndote.
- Hágase un examen físico completo para descartar cualquier problema somático grave.
- Reduzca deliberadamente la velocidad de su respiración para evitar la hiperventilación, que puede desencadenar síntomas de pánico.
- En lugar de evitar una situación temida, enfréntala de frente. Sí, puede dar pequeños pasos para hacer esto siempre y cuando esté avanzando hacia sus miedos, no alejándose de ellos.
- Evite usar lenguaje extremo, como "nunca" (mis ataques de pánico nunca terminarán), "siempre" (siempre pierdo el control cuando estoy en un ascensor) o "moriré" (si tengo un ataque de pánico en el tren, me moriré de vergüenza).
- Aprenda a cambiar su modo de pensar ansioso a uno más equilibrado utilizando la parte prefrontal (racional) de su cerebro.
- Considere trabajar con un psicólogo que esté familiarizado con la terapia cognitivo-conductual.
- Considere tomar medicamentos contra la ansiedad. Pero no confíe únicamente en ellos. Aprender habilidades para calmarse y abordar (en lugar de evitar) lo que le asusta le permitirá recuperar su vida.
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