El cerebro reacciona de manera diferente a la traición en las relaciones a corto y largo plazo

Los socios que han sido traicionados al principio de una relación usan regiones del cerebro asociadas con una toma de decisiones controlada y cuidadosa al considerar si deben continuar confiando en la persona que los engañó, según una nueva investigación de la Universidad de Stanford.

Por otro lado, los traicionados en una relación de larga data usan áreas del cerebro asociadas con la toma de decisiones automática y habitual, lo que aumenta la probabilidad de perdón.

Para el estudio, la socióloga Karen Cook y su equipo querían entender por qué algunas personas optan por reconciliarse después de haber sido traicionadas en una relación, mientras que otras deciden irse. Plantearon la hipótesis de que si la relación era nueva, la persona traicionada se involucraría en una resolución de problemas consciente y deliberada al decidir cómo responder al engaño. Sin embargo, si la relación ya era a largo plazo, la víctima podría dar por sentado un comportamiento digno de confianza y considerar el engaño como una excepción a la regla.

Para probar su teoría, los investigadores realizaron un experimento en línea, utilizando participantes reclutados a través de un proveedor de encuestas de Internet. Cada participante recibió $ 8 y podía quedarse con el dinero o dárselo a un socio invisible. Si el participante regalara el dinero, su valor se triplicaría. El socio entonces decidiría si se quedaba con todo o le devolvía la mitad a la otra persona.

Sin que el participante del estudio lo supiera, el compañero era en realidad una computadora, a veces programada para traicionar a la persona al principio del juego y, a veces, programada para traicionar a la persona más tarde. Los hallazgos revelaron que después de una traición temprana, es más probable que el sujeto se quede con el dinero que después de una traición que ocurrió más tarde.

Los investigadores repitieron el experimento en un laboratorio, con los participantes conectados a escáneres de resonancia magnética funcional. Descubrieron que la corteza cingulada anterior de la persona, asociada con el aprendizaje consciente, la planificación y la resolución de problemas, y la corteza frontal lateral, asociada con sentimientos de incertidumbre, se volvieron más activos después de una traición temprana. Por el contrario, la corteza temporal lateral, asociada con la toma de decisiones habituada, se volvió más activa después de una traición tardía.

Al igual que en el primer experimento, una traición temprana hizo que el sujeto tuviera más probabilidades de retener el dinero en rondas posteriores. Además, la traición temprana aumentó la cantidad de tiempo necesario para tomar una decisión, lo que sugiere que una víctima de una traición temprana pone más pensamiento consciente en una decisión que una víctima de una traición tardía.

Los investigadores esperan que su estudio ayude a revelar por qué algunas víctimas del engaño continúan perdonando a sus engañadores.

Fuente: Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

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