Estudio de imágenes mapea la actividad cerebral en el trastorno límite de la personalidad

Los estudios emergentes se han centrado en la mayor reactividad emocional observada en personas con trastorno límite de la personalidad, cuyas vidas a menudo están marcadas por relaciones caóticas, emociones turbulentas y acciones impulsivas.

Las personas con trastorno límite de la personalidad también parecen tener más probabilidades de cumplir con los criterios de diagnóstico para el trastorno por estrés postraumático y los trastornos del estado de ánimo.

Nueva investigación publicada en la revista Psiquiatría biológica pinta quizás la imagen más nítida que tenemos hasta ahora de los patrones de actividad cerebral que pueden ser la base de las experiencias emocionales intensas e inestables asociadas con este diagnóstico.

El neuropsicólogo Dr. Anthony Ruocco de la Universidad de Toronto y sus colegas describen dos fundamentos cerebrales críticos de la desregulación emocional en el trastorno límite de la personalidad: una mayor actividad en los circuitos cerebrales involucrados en la experiencia de emociones negativas y una activación reducida de los circuitos cerebrales que normalmente suprimen la emoción negativa una vez. se genera.

En su estudio, los investigadores realizaron un metanálisis de estudios de neuroimagen publicados anteriormente para examinar las disfunciones subyacentes al procesamiento de emociones negativas en el trastorno límite de la personalidad.

Una revisión de la literatura identificó 11 estudios relevantes a partir de los cuales combinaron los resultados para analizarlos más a fondo, proporcionando datos sobre 154 pacientes con trastorno límite de la personalidad y 150 sujetos de control sanos.

Ruocco comentó: “Encontramos evidencia convincente que apunta a dos sistemas neuronales interconectados que pueden contribuir a los síntomas de desregulación emocional en este trastorno.

"El primero, centrado en estructuras límbicas específicas, que pueden reflejar una percepción subjetiva elevada de la intensidad de las emociones negativas, y el segundo, compuesto principalmente de regiones cerebrales frontales, que pueden ser reclutadas inadecuadamente para regular adecuadamente las emociones".

Los expertos creen que es importante tener en cuenta que la actividad reducida en un área frontal del cerebro, llamada cingulado anterior subgenual, puede ser exclusiva del trastorno límite de la personalidad y podría servir para diferenciarlo de otras afecciones relacionadas, como la depresión mayor recurrente.

"Este nuevo informe se suma a la impresión de que las personas con trastorno límite de la personalidad están" preparadas "por su cerebro para tener vidas emocionales tormentosas, aunque no necesariamente infelices o improductivas", comentó el Dr. John Krystal, editor de Psiquiatría biológica.

“Dado que muchas de las psicoterapias más efectivas para el trastorno límite de la personalidad funcionan para mejorar las habilidades de regulación de las emociones, estos hallazgos podrían sugerir que las disfunciones en los centros críticos de 'control' frontal podrían normalizarse después de un tratamiento exitoso”, concluyó Ruocco.

Fuente: Elsevier

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