Perdonarse a sí mismo, primer paso importante para la curación
Perdonarnos a nosotros mismos por herir a otro es más fácil si asumimos la responsabilidad y hacemos las paces con nuestro yo interior.
Los investigadores dicen que dar a nuestro ser interior un "OK moral" es una acción significativa hacia el proceso de curación.
El estudio, de Thomas Carpenter, estudiante de doctorado de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Baylor, se publica en La Revista de Psicología Positiva.
Carpenter cree que asumir la responsabilidad de una acción y luego hacer las paces consigo mismo permite la auto-restauración.
Los expertos creen que los hallazgos son significativos porque estudios previos muestran que la incapacidad de perdonarse a sí mismo puede ser un factor de depresión, ansiedad y un sistema inmunológico debilitado.
“Una de las barreras que las personas enfrentan para perdonarse a sí mismas parece ser que las personas se sienten moralmente obligadas a aferrarse a esos sentimientos”, dijo Carpenter.
“Sienten que merecen sentirse mal. Nuestro estudio encontró que hacer las paces nos da permiso para dejar ir ".
El artículo de investigación se basó en dos estudios. En el primero, 269 participantes recordaron diversas ofensas del “mundo real” que habían cometido, desde traiciones románticas hasta lesiones físicas, chismes y rechazo.
En el segundo estudio, se preguntó a 208 participantes sobre un hipotético error.
En el primer estudio, se preguntó a los participantes cuánto se habían perdonado a sí mismos por una ofensa real; cuánto habían intentado esfuerzos tales como disculparse, pedir perdón y restitución; cuánto sintieron que la otra persona los había perdonado; y cuánto vieron el perdón a sí mismos como moralmente apropiado.
Cuanto más enmendaban, más sentían que el perdón a sí mismos era moralmente permisible. Además, recibir el perdón pareció ayudar a las personas a sentir que estaba moralmente bien dejar ir.
Los investigadores dijeron que una limitación del primer estudio fue que los delitos variaban de persona a persona.
Entonces, para probar aún más sus hipótesis, en el Estudio Dos utilizaron una ofensa hipotética estandarizada: no tomar la culpa de la acción que causó el despido de un amigo.
Este estudio reveló resultados similares al primero, aunque, a diferencia del Estudio Uno, recibir el perdón de otra persona tuvo poco efecto sobre si uno se perdona a sí mismo.
La investigación también mostró que cuanto más culpable se siente una persona y cuanto más grave es el mal, es menos probable que se perdone a sí mismo.
Hacer las paces también pareció ayudar a las personas a perdonarse a sí mismas al reducir esos sentimientos, encontraron los investigadores. Además, las mujeres generalmente se perdonan menos que los hombres.
El perdón a uno mismo puede ser un "territorio moralmente ambiguo", escribieron los investigadores, y "las personas pueden, en ocasiones, creer que merecen seguir pagando por sus errores".
Pero al hacer las paces, pueden "inclinar la balanza de la justicia".
Fuente: Universidad de Baylor