La TCC puede aliviar la depresión de los pacientes con insuficiencia cardíaca

Un nuevo estudio revela que una intervención de terapia cognitivo-conductual dirigida tanto a la depresión como al autocuidado de la insuficiencia cardíaca fue parcialmente exitosa.

Los investigadores descubrieron que la TCC era eficaz para la depresión, pero no para el autocuidado de la insuficiencia cardíaca o el funcionamiento físico, en comparación con la atención habitual mejorada.

La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el corazón no bombea tan bien como debería. La afección requiere un autocuidado agresivo en forma de administración de medicamentos, dieta y niveles adecuados de actividad.

La insuficiencia cardíaca es una de las razones más comunes de hospitalización y la atención de la afección es muy costosa. La depresión y el autocuidado inadecuado aumentan el riesgo de hospitalización y muerte en pacientes con la enfermedad.

El autocuidado incluye comportamientos que mantienen el funcionamiento físico y previenen las exacerbaciones agudas, como seguir una dieta baja en sodio, hacer ejercicio y tomar los medicamentos recetados, según la información de respaldo del artículo.

En el estudio, publicado en línea por Medicina interna de JAMA, Kenneth E. Freedland, Ph.D., de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, St. Louis, y sus colegas asignaron al azar a 158 pacientes ambulatorios con insuficiencia cardíaca y depresión mayor a terapia cognitivo-conductual (TCC) administrada por terapeutas experimentados más atención habitual (UC; n = 79) o UC sola (n = 79).

La atención habitual se mejoró en ambos grupos con un programa educativo estructurado sobre insuficiencia cardíaca impartido por una enfermera cardíaca. El tratamiento de intervención siguió los manuales estándar de TCC y un manual complementario sobre TCC para pacientes cardíacos.

La fase intensiva de la intervención consistió en hasta seis meses de sesiones semanales de una hora. Las sesiones se redujeron a quincenales y luego mensualmente entre el final del tratamiento intensivo (semanal) y los seis meses posteriores a la aleatorización.

Ciento treinta y dos (84 por ciento) de los participantes completaron las evaluaciones postratamiento de seis meses; 60 (76 por ciento) de la UC y 58 (73 por ciento) de los participantes de CBT completaron cada evaluación de seguimiento.

Las puntuaciones de depresión a los seis meses fueron más bajas en el grupo CBT que en el grupo UC. La TCC no mejoró el autocuidado de la insuficiencia cardíaca o el funcionamiento físico, pero sí mejoró la ansiedad, la fatiga, el funcionamiento social y la calidad de vida, y un análisis adicional sugirió que la intervención podría ayudar a disminuir la tasa de hospitalización en pacientes clínicamente deprimidos.

El hallazgo de que la TCC fue exitosa para la depresión es importante; Es posible que la TCC se utilice para controlar la depresión incluso si la terapia antidepresiva no tiene éxito. Alternativamente, la TCC puede usarse sola para el tratamiento de la depresión en lugar del tratamiento farmacéutico.

"Los resultados sugieren que la TCC es superior a la atención habitual para la depresión en pacientes con IC", escriben los investigadores.

"Se necesitan más investigaciones sobre las intervenciones para mejorar la depresión, el autocuidado, el funcionamiento físico y la calidad de vida en pacientes con IC y depresión mayor comórbida".

Fuente: The JAMA Network Journals / EurekAlert

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