La posición de poder tiende a mejorar la autenticidad y la felicidad.

Estar en una posición de poder a menudo tiene una imagen negativa en la que ser el líder en última instancia conduce a la soledad y la infelicidad.

Una nueva investigación le da la vuelta a esta creencia: estar en una posición de poder en realidad puede hacer que las personas sean más felices.

En el estudio, los investigadores investigaron cómo estar en una posición de poder en el trabajo, con amigos o en una relación romántica influía en el bienestar.

Basándose en la investigación de la personalidad y el poder, la estudiante de doctorado Yona Kifer de la Universidad de Tel Aviv en Israel y sus colegas plantearon la hipótesis de que ocupar una posición de autoridad podría mejorar el bienestar subjetivo a través de un mayor sentimiento de autenticidad.

Los investigadores predijeron que debido a que los poderosos son capaces de "navegar sus vidas en congruencia con sus deseos e inclinaciones internas", sienten que están actuando de manera más auténtica, más "ellos mismos", y por lo tanto están más contentos.

Sus hallazgos se publican en ciencia psicológica.

En su primer experimento, los investigadores encuestaron a más de 350 participantes para determinar si los sentimientos internos de poder están asociados con el bienestar subjetivo en diferentes contextos: en el trabajo, con amigos o en relaciones románticas.

A partir de esta muestra, los investigadores descubrieron que las personas que se sienten poderosas en cualquier contexto estaban más contentas. De hecho, las personas más poderosas encuestadas se sintieron un 16 por ciento más satisfechas con sus vidas que las personas menos poderosas.

Quizás no sorprenda que este efecto fuera más pronunciado en el lugar de trabajo: los empleados poderosos estaban un 26 por ciento más satisfechos con sus trabajos que sus colegas impotentes.

La discrepancia basada en el poder en la felicidad fue menor para las amistades y las relaciones románticas. Los investigadores postulan que esto puede deberse a que las amistades están asociadas con un sentido de comunidad en lugar de jerarquía y, por lo tanto, tener poder en este tipo de relación es menos importante.

En un segundo y tercer experimento, Kifer y sus colegas examinaron la relación causal entre poder, sentimientos de autenticidad y bienestar general, manipulando cada uno de los factores de forma independiente.

Los investigadores descubrieron que estar en una posición de poder hace que las personas se sientan más auténticas y “fieles a sí mismas”, es decir, permite que sus acciones reflejen más de cerca sus creencias y deseos. Los sentimientos de autenticidad, a su vez, mejoran los sentimientos subjetivos de bienestar y felicidad.

“Al llevar a las personas a ser fieles a sus deseos e inclinaciones, a ser auténticas, el poder lleva a las personas a experimentar una mayor felicidad”, concluyen los investigadores.

Kifer y sus colegas proponen que las investigaciones futuras sobre la dinámica del poder, la felicidad y la autenticidad deberían centrarse en tipos específicos de poder, tanto positivos (como el carisma) como negativos (como el castigo).

Juntos, estos hallazgos sugieren que incluso la percepción de tener poder puede llevar a las personas a vivir vidas más auténticas, aumentando así su felicidad y bienestar.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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