El plomo puede estar relacionado con el TDAH

Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), el diagnóstico de TDAH aumentó un promedio del 3 por ciento por año entre 1997 y 2006.El trastorno afecta a más del 5 por ciento de la población y se encuentra entre los trastornos del comportamiento más costosos.

Aunque se desconoce la causa del TDAH, los estudios recientes se han centrado en la herencia y se sospecha que la genética representa el 70 por ciento del TDAH entre los niños.

Las investigaciones emergentes también sugieren un vínculo ambiental para el TDAH y algunos expertos creen que el plomo puede ser un culpable.

El plomo es una neurotoxina. Esto se sabe desde hace mucho tiempo y, de hecho, la regulación gubernamental redujo drásticamente el plomo ambiental hace una generación. Pero la regulación del combustible y la pintura de los automóviles no eliminó por completo el plomo del medio ambiente.

Se encuentra en pequeñas cantidades en todo, desde bisutería para niños hasta dulces importados, tierra y agua potable. Todos los estadounidenses de hoy están expuestos a niveles bajos del metal y, de hecho, casi todos los niños tienen niveles medibles de plomo en sus cuerpos.

Según el científico psicológico Joel Nigg de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon, esta exposición universal de bajo nivel convierte al plomo en un candidato ideal para desencadenar el trastorno.

Esto era solo una teoría hasta hace muy poco, pero dos estudios recientes ahora brindan evidencia sólida. El primer estudio comparó a los niños diagnosticados formalmente con TDAH con los controles y encontró que los niños con el trastorno tenían niveles ligeramente más altos de plomo en la sangre.

Este estudio mostró un vínculo solo entre el plomo en sangre y los síntomas de hiperactividad / impulsividad, no la falta de atención. Pero un segundo estudio mostró un vínculo sólido entre el plomo en la sangre y las calificaciones de los padres y maestros de los síntomas del TDAH, que incluyen tanto la hiperactividad como los problemas de atención.

En ambos estudios, la conexión fue independiente del coeficiente intelectual, los ingresos familiares, la raza o el tabaquismo materno durante el embarazo.

Nigg ofrece un modelo causal para los síntomas incapacitantes asociados con el TDAH: el plomo se adhiere a sitios en el cuerpo estriado y la corteza frontal del cerebro, donde actúa sobre los genes en estas regiones, provocando que se enciendan o permanezcan inactivos.

La actividad genética da forma al desarrollo y la actividad de estas regiones del cerebro. Al interrumpir la actividad cerebral, la toxina a su vez altera los procesos psicológicos apoyados por estas neuronas, en particular el control cognitivo. Finalmente, el control cognitivo disminuido contribuye a la hiperactividad y la falta de vigilancia.

Nigg describe sus nuevos datos y su modelo explicativo en la edición de febrero de la revista. Direcciones actuales en la ciencia psicológica.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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