El movimiento corporal puede ayudar a resolver problemas

Una nueva investigación en psicología cognitiva sugiere que debemos usar nuestro cuerpo, así como nuestro cerebro, cuando intentamos resolver problemas.

“Ser capaz de usar su cuerpo para resolver problemas altera la forma en que resuelve los problemas”, dijo la psicóloga de la Universidad de Wisconsin, Dra. Martha Alibali. "Los movimientos corporales son uno de los recursos que aportamos a los procesos cognitivos".

Sin embargo, incluso cuando estamos resolviendo problemas que tienen que ver con el movimiento y el espacio, la incapacidad de usar el cuerpo puede obligarnos a idear otras estrategias, y estas pueden ser más eficientes.

Los hallazgos se publicarán en una próxima edición de ciencia psicológica, una revista de la Association for Psychological Science.

El estudio de Alibali y sus colegas involucró dos experimentos. El primero reclutó a 86 estudiantes universitarios estadounidenses, a la mitad de los cuales se les impidió mover las manos con guantes de velcro que se sujetaban a una tabla. A los demás se les impidió mover los pies, usando correas de velcro unidas a otra tabla. Estos últimos experimentaron así la extrañeza de estar restringidos, pero también tenían las manos libres.

Desde el otro lado de una pantalla opaca, el experimentador hizo preguntas sobre los engranajes en relación entre sí, como "Si cinco engranajes están dispuestos en una línea y mueves el primer engranaje en el sentido de las agujas del reloj, ¿qué hará el último engranaje?" Los participantes resolvieron los problemas en voz alta y fueron grabados en video.

A continuación, se analizaron las cintas de vídeo para determinar el número de gestos con las manos que utilizaron los participantes (rotaciones de las manos o movimientos de "tic-tac", que indican contar); explicaciones verbales que indican que el sujeto estaba visualizando esos movimientos físicos; o el uso de reglas matemáticas más abstractas, sin referencia a procesos perceptivo-motores.

Los resultados: las personas a las que se les permitía gesticular generalmente lo hacían, y también usaban estrategias perceptivo-motoras para resolver los acertijos.

Las personas cuyas manos estaban restringidas, así como las que optaron por no hacer gestos (incluso cuando se les permitió), utilizaron estrategias matemáticas abstractas con mucha más frecuencia.

En un segundo experimento, 111 adultos británicos hicieron lo mismo en silencio, fueron grabados en video y describieron sus estrategias posteriormente. Los resultados fueron los mismos.

Según los expertos, los hallazgos sugieren la necesidad de revisar cómo pensamos sobre la relación entre la mente y el cuerpo y su relación con el espacio.

“Como pensadores humanos, usamos metáforas visual-espaciales todo el tiempo para resolver problemas y conceptualizar cosas, incluso en dominios que no parecen físicos en su cara”, dijo Alibali. “Sumar es 'arriba', restar es 'abajo'. Un buen humor es 'alto', uno malo es 'bajo'. Esta es la estructura metafórica de nuestro paisaje conceptual".

Alibali, quien también es psicólogo educativo, dijo: "¿Cómo podemos aprovechar el poder de la acción y la percepción en el aprendizaje?"

O, a la inversa: ¿qué pasa con las estrategias cognitivas de las personas que no pueden usar sus cuerpos? "Pueden centrarse en diferentes aspectos de los problemas", dijo. Y resulta que pueden estar en algo de lo que el resto de nosotros podríamos aprender.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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