Reflejar y replantear

Todos conocemos a personas bien formadas, pero que de alguna manera no son muy inteligentes. También conocemos personas sin mucha educación formal que son bastante sabias. Entonces, es obvio que no es solo lo que aprendemos en la escuela lo que nos hace inteligentes. Se trata más de cómo usamos nuestra mente y vivimos nuestra vida.

Para vivir la vida con un alto grado de competencia, es fundamental reflexionar y reformular con frecuencia.

Reflejar

Cuando reflexionamos sobre nuestras experiencias del día, no dejamos que lo que sucedió se limite a lavar nuestros cuerpos, tocando solo la superficie. Más bien, reflexionamos conscientemente sobre lo que sucedió. Somos conscientes de lo que sentimos y pensamos. Notamos cómo respondimos. Notamos cómo otros nos respondieron. Buscamos significado y comprensión.

Es posible que busquemos comentarios de otros. Al comprender cómo piensan, ampliamos nuestra perspectiva, adquiriendo pistas sobre cómo podríamos hacerlo mejor en el futuro.

La reflexión lleva tiempo. Necesitamos tiempo para considerar, reflexionar, maravillar, contemplar, meditar. Necesitamos tiempo para discutir un problema, contemplar una idea, plasmar nuestros pensamientos en el papel, registrar nuestros sueños, sumergirnos en cualquier tema que despierte nuestra curiosidad. Entonces, y solo entonces, seremos más inteligentes e iluminados.

Pero, ¿quién tiene tiempo para reflexionar? A menudo estamos tan ocupados que simplemente pasamos a nuestro próximo "tener que hacerlo" y luego nos preguntamos por qué nos sentimos tan ansiosos, tan cansados, tan alejados de la vida.

Reencuadrar

Reencuadrar es poner un “marco” o interpretación nuevo y diferente sobre lo que nos sucedió. Ver una situación bajo una nueva luz nos permite lograr una comprensión más completa del evento.

Si a menudo se lamenta de sus malos momentos o problemas personales, es útil que busque oportunidades de crecimiento personal que estos eventos puedan ofrecer. Con un replanteamiento, incluso los eventos trágicos como la muerte, la enfermedad o el divorcio pueden eventualmente verse como un momento y una oportunidad para desarrollar la fuerza de carácter y el coraje.

Sin la capacidad de reformular, es más probable que permanezca atrapado experimentando eventos de la misma manera dolorosa de siempre. No aprenderá de ellos si simplemente continúa viéndolos como decepciones, errores y fracasos.

Por lo tanto, si desea volverse más inteligente o ayudar a su hijo a hacerlo, asegúrese de reservar un momento de tranquilidad todos los días. Reflexiona sobre tu día y replantea tu experiencia, con el objetivo de comprender algo nuevo sobre ti, tus interacciones y la vida en general.

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