6 formas de manejar a los controladores, críticos y entrenadores de vacaciones

Durante las vacaciones, los terapeutas escuchan a sus clientes expresar versiones de estas quejas comunes: "Mi suegra intentará hacerse cargo de la cocina" o "Mi sabelotodo hermana siempre tiene una mejor manera de hacer las cosas". o "Mis familiares hacen preguntas directas sobre mi trabajo / relación / finanzas". ¿Suena familiar?

Las fiestas ofrecen bendiciones mixtas. Por un lado, es un momento para reunirse con la familia extendida, ponerse al día con las noticias familiares y volver a conectarse durante una comida. Por otro lado, a menudo nos encontramos atrapados en el interior con personas que son groseras, críticas, controladoras, entrometidas e insensibles.

Cuando esté rodeado de familia, no se convierta en un blanco maltratado de consejos no solicitados.

Aquí hay seis formas de manejar la situación.

1. Dígales que no busca asesoramiento.

Una buena forma de detener a un toro que te ataca con un consejo no solicitado es rechazarlo con una simple frase como "Gracias, pero no estoy buscando un consejo en este momento". Si la persona continúa, dilo de nuevo con amor. ¡Y de nuevo, si es necesario!

2. Reconozca sus buenas intenciones.

Mencione que agradece el apoyo y la preocupación de la persona, y que este tipo de cuidado y atención es bienvenido. Si lo desea, dígale a la persona que le encantará sus consejos y aportaciones más tarde, cuando esté listo para pedirlo.

3. Manténgase firme en su posición.

A veces, especialmente con personas particularmente agresivas, es necesario decirles que no es útil que reciba consejos no solicitados. Dígalo con cariño, pero si persisten, dígales que está empezando a enfadarse y que le gustaría que se detuvieran, por favor. Sigue repitiendo esto como un disco rayado. No retrocedas. Si lo hace, les da el mensaje de que si siguen insistiendo, prevalecerán.

4. Date cuenta de que no se trata de ti.

Cuando las personas se sienten obligadas a decirte lo que debes hacer, es bueno recordar que lo que dicen y lo que inconscientemente las motiva tiene poco que ver contigo. La realidad es que tienen un enojo no expresado y han olvidado que su trabajo es encontrar su propia felicidad, en lugar de creer que tienen derecho a meterse en la vida de otra persona sin permiso.

5. Sorpréndalos siendo buenos.

Aprecielos cuando no estén dando consejos. Si notas que un pariente crítico o agresivo está siendo empático o escucha con sensibilidad, asegúrate de felicitarlo por ser tan maravilloso, cariñoso o atento. Elogiar lo que te gusta puede asimilar sutilmente y ayudar a cambiar su comportamiento.

6. Deje salir esas emociones reprimidas.

Después de un largo día de defenderse de parientes críticos y excesivamente controladores que han puesto a prueba los límites de su paciencia y cortesía, necesita sacar todo ese enojo y posiblemente la tristeza de su sistema. Encuentra un lugar privado para golpear tus puños, pisar fuerte, gruñir y llorar. ¡Te sentirás mejor al instante y estarás listo para enfrentarlos nuevamente mañana para el brunch navideño!

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