Cuando el pensamiento positivo no funciona, esto funciona
No faltan los gurús de la autoayuda que juran que repetirse frases positivas puede cambiar su vida. Según ellos, si te dices a ti mismo: "Soy fuerte y exitoso", tus miedos simplemente desaparecerán.Si ha intentado utilizar afirmaciones positivas, sabe que puede ser un hábito difícil de mantener.Puede pasar cinco, 10 o incluso 20 minutos recitando su afirmación, pero ¿las otras 23 horas o más del día? Lo más probable es que su mente vuelva a pensamientos antiguos y repetitivos que han quemado profundos surcos en su cerebro.
El problema con las afirmaciones positivas es que operan en el nivel superficial del pensamiento consciente. No hacen nada para lidiar con la mente subconsciente donde realmente viven las creencias limitantes.
No hace falta decir que si te dices a ti mismo que piensas: "Soy abundante y atraigo riqueza", pero tu creencia fundamental más profunda es que nunca eres suficiente o indigno de tu éxito, tu cerebro se apresurará a incitar una guerra interior.
Si intenta decirse a sí mismo: "Tengo éxito", pero lucha con la inseguridad con respecto a sus habilidades y logros, es probable que su subconsciente le recuerde las muchas veces que se avergonzó frente a su jefe o cometió un error en el trabajo ( créeme, ¡todos hemos estado allí!).
La verdad es que es natural y saludable experimentar una variedad de sentimientos, incluidos los menos agradables como la decepción, la tristeza o la culpa. Si bien no hay duda de que insistir en las emociones negativas puede volverse tóxico, encubrir sus inseguridades con pensamientos positivos es simplemente una solución temporal.
El pensamiento irracionalmente optimista puede desencadenar una espiral contraproducente, particularmente para aquellos propensos a la ansiedad y la depresión. La investigación muestra que, si bien la repetición de autoafirmaciones positivas puede beneficiar a las personas con una gran autoestima, puede resultar contraproducente para quienes carecen de confianza.
Si las afirmaciones positivas pueden ser ineficaces, incluso perjudiciales, ¿cómo vamos a tomar el control y empoderarnos mentalmente para cambiar?
Si bien desearnos tener una mentalidad de éxito no funcionará para la mayoría, aquí hay algunas estrategias para tratar de hacer que su diálogo interno funcione a su favor en lugar de en su contra.
Descubra los pensamientos de "Debbie Downer"
Empiece por articular y reconocer los pensamientos que le pesan, los que no tienen ningún propósito útil más allá de mantenerlo estancado. Hacer declaraciones como, "Me perdono por postergar las cosas" o "Está bien que me enoje" ataca a la autoestima y libera recursos emocionales.
Si pasa menos tiempo castigándose por postergar las cosas, puede redirigir esa energía para dividir un proyecto en tareas manejables y, en su lugar, abordar su lista de tareas pendientes.
Prueba el diálogo interno interrogativo
La investigación muestra que hacernos preguntas en lugar de dar órdenes es una forma mucho más eficaz de generar cambios. Es tan simple como modificar la forma en que te hablas a ti mismo. Cuando veas a tu crítico interno lanzando acusaciones, piensa: ¿Cómo puedo convertir esta afirmación en una pregunta? (¿Ves lo que hice ahí?). Hacer preguntas abre la exploración y la posibilidad.
A continuación, se muestran algunos ejemplos:
- ¿Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario?
- ¿Cuándo he hecho esto antes?
- ¿Qué pasa si [insertar el peor de los casos] sucede?
- Cómo puedo…?
Este tipo de auto-indagación potencia las áreas del cerebro para la resolución de problemas, ayudándote a aprovechar tu creatividad innata. Puede recibir los pensamientos negativos con curiosidad en lugar de con miedo.
Concéntrese en el progreso, no en la perfección
Usar una afirmación positiva como "Soy maravilloso y poderoso" puede ser contraproducente si no verdaderamente, profundamente créelo tanto a nivel cognitivo como emocional. Para replantear su pensamiento de manera efectiva, considere quién es usted convirtiéndose, centrándose en su progreso: la ruta o el camino actual en el que se encuentra.
Puede modificar su diálogo interno para que suene más como: "Soy un trabajo en progreso, y eso está bien". Declaraciones como esta le están apuntando en la dirección de un crecimiento positivo y son realistas y alcanzables. Otro ejemplo: decirse a sí mismo: "En cada momento me esfuerzo por ser más consciente de cómo gasto mi dinero" reconoce el hecho de que está evolucionando y que tiene la opción de crear un futuro financiero mejor para usted.
Si eres propenso al diálogo interno negativo y estás harto de las afirmaciones positivas que no funcionan, prueba una de estas técnicas de reencuadre. Puede comenzar a notar cambios importantes en su forma de pensar y un repunte en su productividad y éxito.
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