La mente detecta cambios, y no mediante ESP

Un nuevo estudio de investigación ha descubierto que las personas pueden percibir de manera confiable cuándo se produjo un cambio en una persona, incluso cuando no pudieron ver exactamente qué había cambiado.

Los investigadores de la Universidad de Melbourne creen que esta capacidad explica lo que comúnmente se denomina sexto sentido o percepción extrasensorial (ESP).

Por ejemplo, una persona puede notar un cambio general en la apariencia de otra, pero no puede identificar que la persona se ha cortado el pelo.

El investigador principal, el Dr. Piers Howe, dijo que la investigación es la primera en mostrar en un estudio científico que las personas pueden sentir de manera confiable los cambios que no pueden identificar visualmente.

“Existe una creencia común de que los observadores pueden experimentar los cambios directamente con su mente, sin necesidad de depender de los sentidos físicos tradicionales como la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto para identificarlo. Esta supuesta capacidad a veces se denomina sexto sentido o PES.

“Pudimos demostrar que, si bien los observadores podían sentir de manera confiable los cambios que no podían identificar visualmente, esta capacidad no se debía a la percepción extrasensorial o al sexto sentido”, dijo.

Para el estudio, publicado en la revista MÁS UNO, a los observadores se les presentaron pares de fotografías en color, ambas de la misma hembra. En algunos casos, su apariencia sería diferente en las dos fotografías. Por ejemplo, la persona puede tener un peinado diferente.

Cada fotografía se presentó durante 1,5 segundos con una pausa de 1 segundo entre ellas. Después de la última fotografía, se le preguntó al observador si se había producido un cambio y, de ser así, identificar el cambio de una lista de nueve cambios posibles.

Los resultados mostraron que los participantes del estudio generalmente podían detectar cuándo se había producido un cambio incluso cuando no podían identificar exactamente qué había cambiado.

Por ejemplo, podrían notar que las dos fotografías tenían diferentes cantidades de rojo o verde, pero no podrían usar esta información para determinar que la persona había cambiado el color de su sombrero.

Esto resultó en que el observador "sintiera" o "sintiera" que había ocurrido un cambio sin poder identificar visualmente el cambio.

Por lo tanto, el resultado de que los observadores pueden sentir o percibir de manera confiable cuándo ha ocurrido un cambio sin poder identificar visualmente el cambio podría explicarse sin invocar un mecanismo extrasensorial.

Fuente: Universidad de Melbourne

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