Las expectativas de la sociedad ayudan a moldear el dolor
Una nueva investigación sugiere que la forma en que la sociedad se relaciona con las personas que han sufrido una pérdida es importante para la forma en que se maneja el proceso de duelo.Los científicos de la Universidad de Haifa proponen que las personas que nunca han sufrido la pérdida de un ser querido tienden a creer que el proceso de duelo tiene un efecto mucho más destructivo y devastador en una persona en comparación con aquellos que realmente han sufrido tal pérdida en el pasado.
"La pérdida es una experiencia personal, pero también social y cultural", dijo el investigador Shimshon Rubin, Ph.D.
"La forma en que la sociedad se relaciona con las personas que han sufrido una pérdida es fundamental para la forma en que se maneja el proceso de duelo, porque el componente social es muy importante para afrontar el duelo".
El estudio interrogó a más de 200 hombres y mujeres de diferentes edades, una parte de los cuales había sufrido pérdidas o traumas en el pasado.
Los participantes completaron una variedad de cuestionarios que incluían historias de personas que habían sufrido diferentes tipos de trauma o pérdida. Se pidió a los participantes que clasificaran la gravedad de la situación de esa persona en función de la forma en que lidiaba con el doloroso evento que había experimentado.
El estudio encontró que los eventos que le suceden a un ser querido son percibidos por la sociedad como causa de un cambio mayor y más negativo en la vida de uno que sufrir un trauma personal.
Por ejemplo, perder a un ser querido se clasificó como una dificultad emocional mayor que tiene un impacto más negativo en la vida de uno que sufrir un trauma personal, como un accidente de tráfico en el que la persona misma estuvo involucrada.
Los participantes también dijeron que un trauma interpersonal, un accidente en el que un familiar estuvo involucrado y permaneció con vida, se percibió como más difícil y con más impacto que un trauma personal.
Según Rubin, lo sorprendente fue que la mayoría de los participantes del estudio no atribuyeron ninguna importancia al período de tiempo transcurrido desde que ocurrió la pérdida; en otras palabras, ya sea que la pérdida haya ocurrido 18 meses antes o cinco años antes, los participantes dijeron que el impacto emocional y la asistencia que requieren los deudos no cambian.
“A partir de estudios que hemos realizado en personas que sufrieron pérdidas personales, descubrimos que el tiempo que tardan en volver a la rutina habitual es de unos cinco años”, dijo Rubin. “Por tanto, el hecho de que la sociedad no le dé importancia al paso del tiempo es muy significativo”.
Los investigadores creen que la simpatía de la sociedad hacia los afligidos se puede mejorar si se comprende que afrontar la pérdida incluye varias dimensiones.
“Los deudos buscan sentido en la vida del fallecido y en la relación personal que tenían con él”, explicó Rubin.
“Hoy en día el entorno es muy sensible al sufrimiento personal y la preocupación por el sentido de la vida que siente el doliente tras una pérdida. Pero tendemos a no atribuir suficiente importancia a la necesidad de la persona en duelo de encontrar sentido a la vida del difunto.
"Encontrar sentido a la vida de quienes han fallecido es un componente muy importante para permitir que las personas en duelo se adapten mejor a su pérdida".
Fuente: Universidad de Haifa