Las actividades sociales pueden retrasar el deterioro funcional en los ancianos

Una nueva investigación sugiere que la participación en actividades sociales está asociada con la preservación de la independencia funcional de los ancianos.

La capacidad para realizar tareas como vestirse, bañarse, ir al baño, preparar comidas sencillas y realizar tareas domésticas ligeras es esencial para la calidad de vida. Y cuando los adultos mayores comienzan a tener problemas para manejar estas actividades por sí mismos, su riesgo de caídas, hospitalización e incluso muerte puede aumentar.

Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad Médica de Nara en Japón examinó si la participación en actividades sociales podría afectar la capacidad de funcionamiento de un adulto mayor. El equipo de investigación estudió a 2774 hombres y 3586 mujeres de entre 65 y 96 años.

Al comienzo del estudio, todos los participantes (que vivían en Nara, Japón) pudieron gestionar sus actividades diarias. Antes de que comenzara el estudio, los participantes respondieron preguntas sobre su participación en varios tipos de actividades sociales.

Durante los tres períodos de seguimiento del estudio, casi el 14 por ciento de los hombres y el nueve por ciento de las mujeres comenzaron a tener problemas para realizar sus actividades diarias.

Los investigadores descubrieron que un grupo de problemas acompañaba a una disminución en la capacidad de una persona para realizar las actividades diarias. Los individuos tendían a ser mayores y más propensos a usar medicamentos, describir su estado de salud como deficiente, experimentar depresión y tener problemas con la memoria o para tomar decisiones en comparación con aquellos que mantenían su capacidad para funcionar bien.

Estas personas también tenían menos probabilidades de participar en clubes de pasatiempos o grupos de voluntarios en comparación con aquellos que aún podían realizar actividades simples de la vida diaria.

Mantenerse activo socialmente marcó la diferencia. Las mujeres que participaron en actividades sociales como clubes de pasatiempos o de personas mayores y grupos de voluntarios tenían menos probabilidades de experimentar una disminución en su capacidad para realizar las funciones diarias. Los hombres que participaron en clubes de pasatiempos pudieron mantener su capacidad para funcionar.

Los investigadores sugirieron cuatro razones para el vínculo entre las actividades sociales y el mantenimiento de la capacidad para realizar las actividades diarias:

  1. Participar en actividades sociales significa que un adulto mayor participa en la vida, por ejemplo, utilizando el transporte público o administrando dinero;
  2. Las actividades sociales pueden proporcionar apoyo y trabajo en red, lo que podría retrasar el deterioro de la capacidad de funcionamiento de un adulto mayor;
  3. La pérdida de un cónyuge se considera una experiencia estresante que puede acelerar el deterioro funcional de un adulto mayor. Pero participar en actividades sociales puede ayudar a aliviar el estrés de la soledad, y eso podría ayudar a un adulto mayor a mantener su capacidad para funcionar;
  4. La participación en actividades sociales permite a los adultos mayores tener un papel significativo en la sociedad, dándoles un sentido de valor y pertenencia. Este sentido de valor puede motivar a los adultos mayores a mantener su capacidad para funcionar.

La investigación aparece en el Revista de la Sociedad Americana de Geriatría.

Fuente: The Health in Aging Foundation

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