Los entrenamientos de mediana edad pueden reducir el riesgo de demencia

La investigación emergente sugiere que la actividad física regular en la mediana edad parece disminuir la posibilidad de demencia en años posteriores.

Los investigadores de la Universidad del Este de Finlandia encontraron que aquellos que realizaban actividad física al menos dos veces por semana tenían un riesgo menor de demencia que aquellos que eran menos activos. Los investigadores descubrieron que los efectos protectores eran particularmente fuertes entre las personas con sobrepeso.

Además, los resultados mostraron que volverse más activo físicamente después de la mediana edad también puede contribuir a reducir el riesgo de demencia.

Los expertos creen que varios factores de riesgo modificables pueden influir en el desarrollo de la demencia. Pero el refinamiento de esta información es esencial para intervenciones preventivas efectivas dirigidas a grupos de alto riesgo.

La actividad física en el tiempo libre (AFTL) es particularmente importante debido a sus efectos más amplios sobre la salud en general y la salud cardiovascular en particular.

Investigaciones anteriores han arrojado evidencia inconsistente sobre la asociación entre la AFTL y la demencia, posiblemente debido al corto tiempo de seguimiento, la intensidad de la actividad física o las características de la población como el sexo, el índice de masa corporal, la edad o los factores genéticos de riesgo de demencia.

Hallazgos recientes del Estudio de Factores de Riesgo Cardiovascular, Envejecimiento e Incidencia de Demencia (CAIDE) demostraron que aquellos que participaron en LTPA al menos dos veces por semana tenían un menor riesgo de demencia en comparación con los individuos menos activos.

Aunque estos efectos protectores se observaron en toda la población del estudio, independientemente de su sexo o factores de riesgo genéticos, fueron particularmente fuertes entre las personas con sobrepeso y obesidad.

Los investigadores también descubrieron que mantenerse físicamente activo o volverse más activo después de la mediana edad también puede contribuir a reducir el riesgo de demencia, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad en la mediana edad.

Los hallazgos no fueron explicados por antecedentes socioeconómicos, edad, sexo, factores de riesgo genéticos, obesidad, pérdida de peso, estado de salud general o actividad física relacionada con el trabajo.

Por lo tanto, los resultados sugieren que la ventana de oportunidad para las intervenciones de actividad física para prevenir la demencia puede extenderse desde la mediana edad hasta edades más avanzadas.

Los resultados de los ensayos actualmente en curso, como un ensayo multicéntrico finlandés actual, pueden brindar información más detallada sobre el tipo, la intensidad y la duración de las intervenciones de actividad física que se pueden utilizar para prevenir el deterioro cognitivo en la vejez.

Fuente: Universidad de Finlandia Oriental


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