El funcionamiento físico está vinculado al riesgo de Alzheimer

Un nuevo estudio sugiere que una simple prueba del funcionamiento físico podría ayudar a identificar a las personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, accidente cerebrovascular y otras enfermedades neurológicas comunes relacionadas con la edad.

A medida que las personas envejecen, hay una disminución de la capacidad física, la fuerza muscular y el equilibrio. Estudios anteriores han demostrado que caminar lento y fuerza de agarre débil pueden ser signos de que una persona tiene mala salud e incluso pueden mostrar que tiene un alto riesgo de tener mala salud y discapacidad en el futuro.

Con base en esta información, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (BUSM) estaban interesados ​​en saber si las mismas medidas de caminata lenta y agarre débil también podrían predecir el riesgo de enfermedades neurológicas comunes relacionadas con la edad.

Para hacer esto, utilizaron datos del Framingham Heart Study (FHS).

Durante ese estudio, se pidió a los participantes entre las edades de 35 y 84 años que caminaran una cierta distancia tan rápido como pudieran sin correr, y se registró el tiempo necesario para completar la caminata.

Los investigadores también registraron la fuerza máxima del participante sobre un objeto para estimar su fuerza de agarre. Estos participantes fueron seguidos durante hasta 11 años.

Después de analizar los resultados, los investigadores encontraron que las personas que caminaban lentamente y tenían una fuerza de agarre débil tenían un aumento significativo en el riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Además, los participantes mayores de 65 años tenían un mayor riesgo de accidente cerebrovascular si la fuerza de su mano era débil.

“Estos hallazgos sugieren que medir la velocidad al caminar y la fuerza de agarre de la mano puede ayudar a predecir quién tiene un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer y accidente cerebrovascular. Si se confirman estos hallazgos, estas medidas pueden servir como herramientas adicionales para evaluar a las personas en busca de accidente cerebrovascular o demencia ”, dijo el autor para correspondencia Galit Weinstein, Ph.D., profesor asistente adjunto de neurología en BUSM.

Si bien los investigadores admiten que el estudio tiene limitaciones (la población de la muestra es abrumadoramente de ascendencia europea, por ejemplo), los datos aún muestran una "fuerte asociación", según Weinstein.

“Estas medidas son simples, baratas y fáciles de realizar y, por lo tanto, algún día podrían usarse en cualquier entorno clínico”, agregó Weinstein.

El estudio fue publicado en la Revista de la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: Boston University Medical Center

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