Las personas poderosas piensan que son más altas de lo que realmente son

Los líderes poderosos, ya sea en el ámbito militar, político o empresarial, a menudo se sienten más altos de lo que realmente son, según un nuevo estudio realizado por un experto en comportamiento organizacional de la Universidad de Washington en St. Louis.

"Aunque una gran cantidad de investigaciones ha demostrado que es más probable que las personas que se imponen físicamente adquieran poder, este trabajo es el primero en mostrar que las personas poderosas se sienten más altas que ellos", dice Michelle M. Duguid, PhD, profesora asistente de organización comportamiento en Olin Business School y coautor del nuevo estudio.

“La altura se usa a menudo como una metáfora del poder”, dice.

“Las personas poderosas 'se sienten como el gran hombre del campus' y las personas 'las admiran'. Descubrimos que la experiencia psicológica del poder puede hacer que las personas se sientan más altas de lo que la medición objetiva indica que realmente lo son”.

En una serie de tres experimentos, los investigadores dijeron que encontraron una correlación entre sentirse poderoso y sentirse alto.

En el primer experimento, se pidió a algunos participantes que recordaran un incidente en el que tenían poder sobre otro individuo, mientras que a otros se les pidió que recordaran un incidente en el que alguien más tenía poder sobre ellos.

Luego se les pidió que estimaran su tamaño en relación con un poste que se había colocado exactamente 20 pulgadas más alto que sus alturas reales. Aquellos que habían sido condicionados para sentirse empoderados pensaban que el poste estaba más cerca de ellos en altura que aquellos a quienes se les había hecho sentir subordinados, informan los investigadores.

En el segundo experimento, se pidió a dos parejas de voluntarios que representaran un escenario en el que uno era un gerente y el otro un trabajador común. Luego se les pidió que dieran sus alturas exactas en un cuestionario, y los que habían desempeñado el papel de gerente proporcionaron cifras exageradas.

Finalmente, se condicionó a los participantes de la misma forma que en el primer experimento y luego se les pidió que eligieran un avatar en un juego de segunda vida que pensaban que los representaba mejor. Los voluntarios más capacitados eligieron constantemente avatares más altos.

“Estos hallazgos pueden ser un punto de partida para explorar la relación recíproca entre las experiencias psicológicas y físicas del poder”, dice Duguid.

"Una dirección interesante para la investigación futura sería determinar si las asociaciones entre poder y tamaño se extienden a otras autopercepciones y autocategorizaciones".

El nuevo estudio aparece en la edición actual de la revista ciencia psicológica.

Fuente: Universidad de Washington en St. Louis

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