Los anuncios de salud pública que estigmatizan a los fumadores pueden ser contraproducentes
Las campañas publicitarias contra el tabaquismo que estigmatizan a los fumadores en realidad pueden tener el efecto contrario, lo que hace que algunas personas se pongan a la defensiva y se iluminen aún más, según un nuevo estudio publicado en la revista. Ciencias sociales y medicina. Los hallazgos revelan la posibilidad de que los estereotipos negativos sean contraproducentes, especialmente cuando se trata de campañas de salud pública.
Los investigadores encontraron que, si bien estigmatizar el tabaquismo funciona en algunas personas, la táctica puede ser perjudicial para otras, especialmente para aquellas que son más vulnerables y tienen menos recursos para afrontarlo. En estos casos, el estigma conduce a una caída aún menor en la autoestima, lo que dificulta que renuncien.
Los autores sugieren que las políticas de salud tal vez prefieran centrarse en estrategias más positivas, reforzando los beneficios de dejar de fumar en lugar de reiterar estereotipos negativos.
“Las consecuencias de los estereotipos estigmatizantes variaron desde mayores intenciones de dejar de fumar hasta mayor estrés y mayor resistencia a dejar de fumar”, dijo la Dra. Rebecca Evans-Polce, becaria postdoctoral en el Centro de Metodología y el Centro de Investigación de Prevención Bennett Pierce del estado de Pensilvania.
Para el estudio, Evans-Polce y sus colegas del Reino Unido, Brasil y Alemania realizaron una revisión de casi 600 artículos relacionados con el autoestigma del tabaquismo. Si bien la evidencia muestra que estigmatizar el tabaquismo puede llevar a algunas personas a dejar de fumar, los autores dicen que las políticas de salud podrían centrarse en estrategias más positivas.
“Los estereotipos con los que se enfrentan los fumadores son casi universalmente negativos”, dijo la Dra. Sara Evans-Lacko, investigadora de la London School of Economics and Political Science.
Por ejemplo, un estudio mostró que del 30 al 40 por ciento de los fumadores sentían altos niveles de desaprobación familiar e inaceptabilidad social y el 27 por ciento sentía que los trataban de manera diferente. Otro estudio encontró que el 39 por ciento de los fumadores creía que la gente pensaba menos en ellos.
“El estigma para los padres que fuman es particularmente fuerte”, agregó Evans-Lacko.
En varios estudios, los fumadores utilizaron palabras como "leproso", "paria", "mala persona", "mala vida" y "patético" para describir su propio comportamiento.
El estigma que rodea a los fumadores puede conducir a una variedad de resultados negativos, que incluyen recaídas, mayor resistencia a dejar de fumar, aislamiento social autoinducido y niveles más altos de estrés.
Otros estudios destacaron los prejuicios de género en el tabaquismo, mostrando que las mujeres paquistaníes y bangladesíes que fumaban eran consideradas "vergonzosas" y "corruptas", mientras que los fumadores masculinos de la misma cultura eran vistos como "machos". Otro estudio mostró que las mujeres en general se arrepienten de fumar más que los hombres.
Evans-Lacko dijo que los hallazgos revelan que los grupos vulnerables con menos habilidades de afrontamiento se benefician más de los anuncios que se enfocan en los beneficios de dejar de fumar que en el estigma de fumar.
"Se necesitan investigaciones futuras para comprender qué factores están relacionados con la forma en que las personas responden al estigma del tabaquismo", dijo Evans-Polce.
Fuente: Penn State