Darle sentido a una cara

¿Eres del tipo que recuerda una cara pero no el nombre de la persona? ¿O quizás recuerde el rostro pero no puede ubicar el contexto en el que conoce al individuo?

Según los investigadores, el problema puede estar en sus neuronas. Un área específica de nuestro cerebro es responsable de procesar la información sobre rostros humanos y animales, tanto cómo los reconocemos como cómo interpretamos las expresiones faciales.

Los investigadores de la Universidad de Tel Aviv están explorando qué hace que esta parte altamente especializada del cerebro sea única, un primer paso para encontrar aplicaciones prácticas para esa información.

En su "Face Lab" en la Universidad de Tel Aviv, el Dr. Galit Yovel del Departamento de Psicología de TAU está tratando de comprender los mecanismos que funcionan en el área de la cara del cerebro llamada "giro fusiforme" del cerebro.

Ella está combinando la psicología cognitiva con técnicas como imágenes cerebrales y electrofisiología para estudiar cómo el cerebro procesa la información sobre rostros. Su investigación más reciente sobre los mecanismos de procesamiento facial del cerebro se publicó en la Revista de neurociencia y mapeo del cerebro humano.

El estudio del reconocimiento facial hace más que proporcionar una explicación de lapsos de memoria vergonzosos. Por ejemplo, puede ayudar a los ejecutivos de negocios a relacionar mejor los nombres con las caras y, lo que es más importante, puede conducir a un mejor software de reconocimiento facial para identificar a terroristas o criminales. Al igual que las caras, los cuerpos también son procesados ​​por distintas áreas del cerebro.

La forma en que percibimos los rostros no es totalmente intuitivo, dice, y por lo tanto plantea la pregunta de cómo se combina esta información en nuestro cerebro para comprender cómo áreas separadas del rostro y el cuerpo generan una impresión de imagen corporal completa.

Identificar la "ceguera facial"

En su investigación, la Dra. Yovel ha descubierto que podemos reconocer mejor los rostros cuando los vemos e interactuamos con ellos regularmente en entornos significativos. Es como si las secciones del cerebro que procesan el rostro, siendo el área fusiforme la más distinta, reconocieran los rostros de manera integral.

Las adiciones a su rostro, como una barba o anteojos, se asimilan o incorporan a la gestalt de reconocimiento facial del cerebro, a diferencia de otros elementos que son irrelevantes para el reconocimiento facial, como la silla en la que está sentado. Esta puede ser la razón por la que las modas en el peinado y las gafas se han vuelto tan importantes para la apariencia personal, teoriza.

La incapacidad para reconocer rostros es más común de lo que la mayoría de la gente piensa.

El Dr. Yovel dice que el dos por ciento de todas las personas nacen con "ceguera facial", conocida científicamente como prosopagnosia. Ella espera que su investigación permita a estas personas capacitarse a sí mismas, a través de software y otros métodos, para diferenciar mejor una cara de otra, especialmente cuando la cara es la de un ser querido.

Reconociendo las caras que conoces

"Los rostros son importantes", dice el Dr. Yovel, quien comenzó a estudiar las bases neurológicas del reconocimiento facial cuando era estudiante de posdoctorado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

“Conocemos a tanta gente todos los días, en la calle o en el trabajo, y debemos saber si cada rostro es importante para nosotros o no. En principio, las caras son muy similares entre sí. Esa es probablemente la razón por la que hemos desarrollado estas áreas faciales complejas y especializadas en el cerebro, para que podamos discriminar con mayor precisión entre las innumerables caras que encontramos a lo largo de nuestras vidas ".

La Dra. Yovel espera que sus estudios conduzcan a nuevos algoritmos que puedan ayudar a las computadoras a reconocer mejor los rostros, así como ayudar a las personas que de alguna manera carecen de esta habilidad social crítica. Actualmente colabora con científicos informáticos de la Universidad de Tel Aviv para explorar nuevos algoritmos computacionales para el reconocimiento facial.

Fuente: American Friends of Tel Aviv University

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