Coma solo cuando tenga hambre para obtener niveles de glucosa en sangre más saludables
La tendencia que todos tenemos a comer cuando no tenemos hambre puede conducir a una peor salud en comparación con comer solo cuando tenemos hambre, según un nuevo estudio publicado en el Journal of the Association for Consumer Research.
Los investigadores de Cornell Brand & Food Lab muestran que cuando tenemos al menos un hambre moderada antes de comer una comida rica en carbohidratos, nuestros niveles de glucosa en sangre tienden a permanecer más estables que cuando comemos con el estómago ya lleno. Cuando los niveles de glucosa en sangre aumentan demasiado rápido, hace que el cuerpo almacene grasa y puede provocar problemas de desequilibrio de azúcar.
Los hallazgos tienen implicaciones importantes para nuestro mundo moderno, donde nuestro impulso por comer a menudo se basa en el sabor en lugar del hambre. A medida que la diabetes y la obesidad continúan aumentando, es de suma importancia comprender que no solo las calorías cuentan, sino el estado en el que se encuentra el cuerpo mientras comemos.
En el mundo actual, tenemos una amplia disponibilidad de alimentos convenientes diseñados para obtener el máximo sabor, como papas fritas, chocolates y hamburguesas dobles con queso y tocino. En este entorno gastronómico moderno y con una publicidad generalizada, el consumidor medio se ve constantemente bombardeado por la tentación de comer.
Esto significa que, a diferencia de las personas en las sociedades tradicionales, los que viven en las sociedades contemporáneas a menudo comen no por hambre, sino porque hay comida sabrosa disponible y nos llaman a todas horas del día. Muchas veces, simplemente comemos por diversión o por aburrimiento.
El estudio involucró a 45 estudiantes de pregrado. Primero se pidió a los participantes que calificaran su nivel de hambre y luego que comieran una comida rica en carbohidratos. Para medir cómo la comida estaba afectando la salud de cada participante, se midieron sus niveles de glucosa en sangre a intervalos regulares después de que terminaron de comer.
Los niveles de glucosa en sangre tienden a aumentar después de una comida que contiene carbohidratos y, por lo general, es más saludable si los niveles de glucosa en sangre aumentan en una cantidad relativamente pequeña, ya que la glucosa en sangre elevada daña las células del cuerpo.
Los hallazgos revelan que los participantes que tenían un hambre moderada antes de la comida tendían a tener niveles más bajos de glucosa en sangre después de consumir la comida que las personas que no tenían mucha hambre antes de empezar a comer. Los resultados sugieren que podría ser más saludable para las personas comer cuando tienen un hambre moderada que cuando no tienen hambre.
Fuente: Cornell Food & Brand Lab