El cuidado personal como fundamento del amor

A muchos de nosotros se nos ha enseñado que amar a otra persona significa sacrificarnos para servir a los demás. Suspendemos nuestros propios deseos en un noble esfuerzo por amar.

De hecho, las relaciones amorosas no se tratan solo de satisfacer nuestras propias necesidades. Requieren un esfuerzo para escuchar profundamente lo que nuestro ser querido necesita para ser feliz y sentirse conectado con nosotros. Sin embargo, si suspendemos continuamente nuestras propias necesidades para acomodarnos a otros, podemos volvernos resentidos e infelices. Caemos en un patrón de codependencia, descuidando nuestras propias necesidades para acomodarnos al otro. El amor requiere reciprocidad.

Abordaré dos formas importantes en las que el cuidado personal es vital en nuestras relaciones.

Encontrar la fuerza para calmarnos

Nuestro sistema de deseos humanos es muy poderoso. La teoría del apego nos dice que los seres humanos tenemos un fuerte anhelo de ser respetados, comprendidos y conectados. Puede parecer que nuestra propia supervivencia está en juego cuando no se satisfacen nuestras necesidades.

Las relaciones amorosas nos piden algo que no siempre es fácil de dar, ¡algo que realmente necesitamos darnos a nosotros mismos! Necesitamos encontrar una manera de administrar nuestro sistema de deseos para que no seamos secuestrados inmediatamente por la respuesta de lucha, huida, congelación cuando no obtenemos lo que queremos, cuando no estamos satisfechos de la manera que esperamos o esperamos. para.

Se ha escrito mucho sobre la importancia de calmarse a sí mismo. Cuando las cosas no salen como se esperaba, podemos sentirnos enojados, heridos o tristes. Podríamos sentir vergüenza, un sentimiento contraído que indica la creencia de que no merecemos amor, o no sabemos cómo encontrarlo o crearlo. A medida que desarrollamos la práctica del cuidado personal de estar con nuestros sentimientos de una manera suave, es posible que descubramos que se calman, dejándonos más tranquilos.

A medida que encontramos más centrados dentro de nosotros mismos, no solo nos servimos a nosotros mismos, sino también a la relación. Entonces podríamos ser capaces de expresar nuestros sentimientos y necesidades de forma más clara y eficaz. La habilidad de calmarnos a nosotros mismos nos permite hacer una doble toma de lo que estamos tratando de comunicar. Al hacer una pausa para tranquilizarnos, podemos encontrar que nuestro tono de voz y lenguaje corporal es más suave y menos conflictivo, y es más probable que recibamos una respuesta positiva.

El amor nos pide que encontremos la fuerza para, a veces, dejar de lado temporalmente nuestros propios sentimientos y deseos apremiantes a fin de escuchar y responder a lo que nuestro ser querido necesita para ser feliz. A medida que encontramos una manera de manejar nuestra reactividad cuando estamos emocionados (tal vez cuando nos sentimos ignorados o despreciados), podemos escucharnos más profundamente y estar más inclinados a responder no por obligación, sino porque nuestro corazón está tocado y queremos que nuestro ser querido sea feliz.

Descubriendo nuestros sentimientos y deseos

Aprender a cuidarnos emocionalmente nos ayuda a descubrir nuestros sentimientos y necesidades más profundos.Durante las sesiones de terapia de pareja, a menudo escucho a un compañero frustrado decirle al otro: "Nunca sé lo que estás sintiendo" o "Desearía que me dijeras lo que necesitas de mí".

Una parte importante del cuidado personal es sumergirnos profundamente en nosotros mismos y notar lo que realmente estamos sintiendo. Cuando estamos en un modo reactivo, generalmente desahogamos emociones secundarias, como la ira; nos volvemos irritables y críticos. El autocuidado emocional significa sintonizarnos suavemente con los sentimientos primarios que retumban en nuestro interior. Estos pueden ser sentimientos vulnerables como tristeza, dolor, miedo o vergüenza.

A medida que atendemos a nuestros sentimientos importantes con una “presencia cariñosa y sensible”, como lo expresaron los maestros de Focusing Edwin McMahon y Peter Campbell, nuestros sentimientos tienen la oportunidad de asentarse y ser escuchados por nosotros. A menudo se siente bien reconocer lo que realmente sentimos por dentro. Incluso si notamos una sensación dolorosa o incómoda, es posible que nos sintamos mejor porque ya no estamos peleando con nosotros mismos.

El cuidado personal significa ser amable con nosotros mismos, en lugar de tener una actitud de violencia, desdén o desdén hacia nuestros sentimientos y necesidades. Cuanto más cultivemos el autocuidado sin prejuicios de esta manera, es decir, cuanto más nos demos una presencia amable, más podremos aportar un sentido de presencia a nuestras relaciones importantes.

Una base para experimentar un apego seguro con nuestros seres queridos es estar más conectados con nosotros mismos. Cuanto más cultivamos el autocuidado emocional, más disponibles estaremos para la conexión emocional y más capaces seremos de comunicarnos a nosotros mismos que permitan el crecimiento de la intimidad.

!-- GDPR -->