7 señales de que el estrés está afectando su relación


Para alcanzar una condición matrimonial óptima, tenemos que descubrir cómo reducir el estrés en nuestras vidas. Puede significar ponerse más físico y ejercer algo de energía reprimida a través del ejercicio, centrarnos a través del yoga o la meditación, o ver un programa de comedia y reír para reducir el estrés. Encuentre lo que sea que sea esa salida para recuperar el equilibrio y la salud y fortalecer su relación. Aquí hay algunas señales de que tal vez las cosas se estén poniendo un poco intensas.
- Tu libido se ha estancado
Estás agotado, quemado y no duermes bien. No estás de humor para hablar con nadie, y mucho menos tener intimidad con tu cónyuge. El estrés provoca picos de adrenalina y cortisol, que suprimen las hormonas necesarias para ponerse de humor. Puede que sea el momento de dar un paso atrás y reevaluar su horario. - Se están quitando el estrés el uno al otro
Suceden días malos. Todos tenemos reveses y momentos difíciles. Sin embargo, cuando los problemas parecen abrumarnos, necesitamos una salida para ventilar el vapor. Desafortunadamente, para muchos eso significa desquitarse con su cónyuge al pelear por pequeñas cosas y ser demasiado críticos. - Te has vuelto emocionalmente indisponible
Tu cónyuge está teniendo un mal día y necesita hablar contigo. Preguntas inocentes como, "¿Te sientes bien, bebé?" lo apagará o lo apagará. Si descubre que casi todo lo pone irritable, puede ser el momento de buscar ayuda en un asesor de relaciones. - Olvidas como estar en sintonía
El estrés y sus hormonas relacionadas bloquean nuestra capacidad de leer a nuestra pareja. De repente, tu intuición se vuelve loca. Sus reacciones y sentimientos se proyectan en su cónyuge. Olvidas cómo expresar y recibir amor, dejándote desconectado. Es común que las parejas que no están sincronizadas entre sí terminen en un tribunal de divorcio. - Tu relación se está rompiendo bajo la tensión
Sigues trayendo tu estrés a casa contigo, que ahora está creciendo para consumir tu relación. Usted y su cónyuge se están peleando el uno al otro, explotando por pequeñas cosas y probablemente durmiendo en habitaciones separadas. Cuando nació mi hijo, mi esposo y yo estábamos tan estresados y privados de sueño que todo lo que hicimos fue discutir. Es sorprendente lo mucho que una noche de sueño completo ayudó a cambiar las cosas. - Ansiedad
Dondequiera que mires, ves signos de fatalidad. Te preocupa que el cielo se derrumbe a tu alrededor. Te vuelves de mal genio y te conectas, y tal vez experimentas algún ataque de pánico. La ansiedad no solo ejerce presión sobre su salud y su relación, sino que también es contagiosa. Su cónyuge no tarda mucho en sentir la presión también. - Ya nada satisface
Uno de los desafortunados efectos secundarios del estrés y el inevitable colapso posterior es la falta de satisfacción que normalmente le traerían las cosas buenas en su vida, incluido su matrimonio. El estrés hará que una persona se fije y proyecte, llevándola a sabotear inadvertidamente su propia relación con críticas y desprecios. La satisfacción es uno de los componentes clave para una vida matrimonial exitosa.