Discectomía cervical anterior
Para algunas personas con dolor crónico de cuello u otros trastornos que afectan la columna cervical, puede ser necesaria una discectomía cervical anterior. La siguiente información discute este procedimiento quirúrgico común.
Millones de personas sufren dolor de cuello y brazos. Una causa común de dolor cervical es una ruptura o hernia de uno o más de los discos cervicales. Fuente de la foto: 123RF.com.
La columna cervical
La columna cervical comienza en la base del cráneo y soporta el peso de la cabeza. La médula espinal se extiende desde el cerebro hacia abajo a través de la columna cervical, controlando la función de los órganos y extremidades del cuerpo. Entre cada una de las 7 vértebras de la columna cervical hay almohadillas o discos suaves que actúan como amortiguadores y permiten la flexión y el movimiento de la cabeza. Cada disco está formado por dos partes, un centro blando llamado núcleo y una banda externa resistente llamada anillo.
Dolor cervical
Millones de personas sufren dolor de cuello y brazos. Una causa común de dolor cervical es una ruptura o hernia de uno o más de los discos cervicales. Esto sucede cuando el anillo del disco se rasga y el núcleo blando se exprime. Como resultado, se ejerce presión sobre la raíz nerviosa o la médula espinal y causa dolor en el cuello, los hombros, los brazos y, a veces, las manos. Las hernias de disco cervical pueden ocurrir como resultado del envejecimiento, el desgaste o el estrés repentino como el de un accidente.
La mayoría de los casos de dolor cervical no requieren cirugía y se tratan con métodos no quirúrgicos, como medicamentos, fisioterapia y / o aparatos ortopédicos. Sin embargo, si los pacientes experimentan dolor y debilidad significativos que no mejoran, puede ser necesaria la cirugía.
Técnica quirúrgica
Una discectomía cervical anterior es el procedimiento quirúrgico más común para tratar los discos cervicales dañados. Su objetivo es aliviar la presión sobre las raíces nerviosas o sobre la médula espinal mediante la eliminación del disco roto. Se llama anterior porque la columna cervical se alcanza a través de una pequeña incisión en la parte frontal del cuello (anterior significa frontal). Durante la cirugía, se separan los tejidos blandos del cuello y se extrae el disco. A veces, el espacio entre las vértebras se deja abierto. Sin embargo, para mantener la altura normal del espacio discal, el cirujano puede optar por llenar el espacio con un injerto óseo.
Un injerto óseo es un pequeño pedazo de hueso, extraído del cuerpo del paciente (generalmente del área pélvica) o de un banco de huesos. Este pedazo de hueso llena el espacio discal e idealmente unirá o fusionará las vértebras. Esto se llama fusión. Por lo general, las vértebras tardan unos meses en fusionarse por completo. En algunos casos, algunos instrumentos (como placas o tornillos) también se pueden usar para agregar estabilidad a la columna vertebral.
Después de cirugía
Los pacientes sentirán algo de dolor después de la cirugía, especialmente en el sitio de la incisión. Los medicamentos para el dolor generalmente se administran para ayudar a controlar el dolor. Bajo la dirección de un médico, el calor húmedo y el reposicionamiento frecuente también pueden proporcionar algo de alivio. Si bien las sensaciones de hormigueo o el entumecimiento son comunes, y deberían disminuir con el tiempo, deben informarse al médico. La mayoría de los pacientes se levantan y se mueven unas pocas horas después de la cirugía. De hecho, esto se recomienda para mantener la circulación normal y evitar coágulos sanguíneos.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes necesitan permanecer en el hospital, aumentando gradualmente la cantidad de tiempo que están levantados y caminando, antes de ser dados de alta. Antes del alta, el médico proporcionará al paciente instrucciones cuidadosas sobre las actividades que se pueden realizar y las actividades que se deben evitar. A menudo se alienta a los pacientes a mantener un programa diario de ejercicio de bajo impacto. Caminar, y aumentar lentamente la distancia cada día, es el mejor ejercicio después de este tipo de cirugía. Algunas molestias son normales, pero el dolor es una señal para disminuir la velocidad y descansar.
Los signos de infección como hinchazón, enrojecimiento o drenaje en el sitio de la incisión, y la fiebre deben ser revisados por el cirujano de inmediato. Tenga en cuenta que la cantidad de tiempo que lleva volver a las actividades normales es diferente para cada paciente. La incomodidad debería disminuir un poco cada día. Los aumentos de energía y actividad son signos de que la recuperación va bien. Mantener una actitud saludable, una dieta bien balanceada y descansar lo suficiente también son excelentes maneras de acelerar la recuperación.