Nueva estrategia puede ayudar a criar niños con autismo

Criar a un niño con trastorno del espectro autista es un esfuerzo desafiante. Una nueva investigación sugiere que una estrategia de crianza actualizada puede ayudar a un niño a recibir refuerzo y orientación y aliviar las demandas de tiempo impuestas a los padres y cuidadores. La técnica mejora el seguimiento y la retroalimentación del niño al tiempo que proporciona a los padres más flexibilidad.

Muchos niños pequeños diagnosticados con un trastorno del espectro autista presentan un comportamiento poco saludable o desafiante. Los problemas de comportamiento comunes incluyen lesiones autoinfligidas, agresión hacia los demás y gritos. Estas acciones pueden ser el resultado de que se le niegue al niño la atención o el acceso a los elementos que disfruta, así como la incomodidad interna o factores de estrés ambiental como el ruido o las grandes multitudes.

En un esfuerzo por mejorar la atención, los investigadores han ajustado un procedimiento de tratamiento existente destinado a reducir los problemas de comportamiento de los niños con trastorno del espectro autista. Tradicionalmente, se aconsejaba a los padres y cuidadores que vigilaran constantemente al niño, un enfoque que agotaba a los padres y generaba un valor marginal. El nuevo enfoque aboga por controles momentáneos que brinden más flexibilidad para los padres y cuidadores.

Los investigadores de la Universidad de Missouri explican que si bien los métodos de intervención existentes pueden ser efectivos en entornos controlados, pueden ser más difíciles de implementar para los padres, maestros y cuidadores ocupados en situaciones cotidianas.

Kyle Hamilton, analista de comportamiento del Centro Thompson para el Autismo y los Trastornos del Neurodesarrollo, desarrolló el nuevo enfoque para mejorar los comportamientos de un niño autista al tiempo que reconoce las demandas de los padres y cuidadores.

Actualmente, los expertos aconsejan a los padres que vigilen a sus hijos durante largos períodos de tiempo (hasta varios minutos) y les dan una recompensa solo si el comportamiento del niño es apropiado todo el tiempo. Sin embargo, es posible que un padre que esté preparando la cena en la cocina no pueda supervisar simultáneamente a los niños que juegan en una habitación cercana durante largos períodos de tiempo.

Con el nuevo enfoque de Hamilton, los padres solo controlarían a sus hijos periódicamente durante unos segundos. Si el niño se estaba comportando apropiadamente en el momento del cheque, se le podría dar una pequeña recompensa.

El estudio aparece en el Informes actuales sobre trastornos del desarrollo.

“En lugar de monitorear constantemente al niño, esta nueva técnica permite controles periódicos para ver si el niño está participando en conductas problemáticas y recompensarlo si vemos mejoras”, dijo Hamilton.

"A través del refuerzo positivo, podemos ayudar a reducir los problemas de comportamiento de los niños con autismo, lo que les permitirá estar cerca de sus compañeros de desarrollo típico con más frecuencia en la sociedad".

Dada la amplitud del espectro del autismo, estos hallazgos pueden conducir a estudios adicionales sobre qué opciones de tratamiento son más efectivas para reducir varios comportamientos problemáticos.

Además de minimizar el daño autoinfligido que puede dañar la salud de los niños a largo plazo, la reducción de los problemas de comportamiento puede ayudar a eliminar el estigma social que enfrentan muchos niños con autismo.

“Al reducir las conductas problemáticas, podemos ayudar a estos niños a pasar más tiempo en entornos naturales, ya sea en el supermercado, la piscina, los restaurantes o la escuela”, dijo Hamilton.

"Queremos que tengan todas las oportunidades de vivir la vida más normal posible y que les brinden una mayor exposición al mundo natural".

Fuente: Universidad de Missouri

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