La calidad del sueño de los niños puede estar relacionada con el patrón de sueño de la madre

Investigaciones emergentes sugieren que los niños corren un mayor riesgo de dormir mal si sus madres sufren síntomas de insomnio.

Los expertos dicen que la atención a los problemas del sueño es un problema de salud importante, ya que el sueño juega un papel esencial para el bienestar de adultos y niños.

En el estudio, investigadores de la Universidad de Basilea y la Universidad de Warwick evaluaron las características del sueño entre casi 200 niños en edad escolar y sus padres.

Los investigadores se centraron en la relación entre los síntomas de insomnio de los padres y el sueño de sus hijos. El sueño breve y la mala calidad del sueño pueden afectar la salud mental, el aprendizaje, la memoria y el rendimiento escolar de los niños. En Suiza y Estados Unidos, alrededor del 28 por ciento de las mujeres adultas y el 20 por ciento de los hombres sufren trastornos del sueño.

El sueño se midió en niños sanos de 7 a 12 años mediante electroencefalografía domiciliaria (EEG); alrededor de la mitad de los niños nacieron prematuros. Además, los padres informaron de sus propios síntomas de insomnio y de los problemas de sueño de sus hijos.

Como se informó en la revista Medicina del sueño, los investigadores descubrieron que los hijos de madres con síntomas de insomnio se duermen más tarde, duermen menos y pasan menos tiempo en el sueño profundo según lo medido por EEG. Sin embargo, no hubo asociación entre los problemas de sueño de los padres.

Es posible que el sueño de las madres esté más relacionado con el sueño de los niños que el de los padres. Los investigadores postulan que esto puede ocurrir porque las madres, en promedio, todavía pasan más tiempo con sus hijos que los padres. Por lo tanto, el comportamiento del sueño de la madre tiene una mayor influencia en el niño.

Cuando los padres informaron sobre el sueño de sus hijos, tanto las madres como los padres con problemas de sueño informaron con mayor frecuencia que sus hijos tenían dificultades para meterse en la cama y no dormían lo suficiente.

Los investigadores señalan que varios mecanismos podrían explicar la relación entre el sueño de padres e hijos:

  1. Los niños pueden aprender los hábitos de sueño de sus padres.
  2. El mal funcionamiento de la familia podría afectar el sueño de padres e hijos. Por ejemplo, las peleas familiares en la noche antes de acostarse pueden impedir que toda la familia duerma bien.
  3. Es posible que los padres que sufren de falta de sueño muestren una "atención selectiva" por sus propios problemas de sueño y los de sus hijos, lo que lleva a un mayor control del sueño. Es posible que un mayor seguimiento y los intentos de controlar el sueño puedan afectar negativamente la calidad del sueño.
  4. Finalmente, los niños también pueden compartir genes con sus padres que los predisponen a dormir mal.

Fuente: Universidad de Basilea

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