Touch inculca vínculos sociales

Los resultados de un nuevo estudio informativo sugieren que el "poder" del tacto se promulga a través de una serie de ilusiones coordinadas por el cerebro. Las ilusiones sensoriales, a su vez, ayudan a crear un "pegamento social" que une a las personas.

Los investigadores dan el ejemplo de que la sensación increíblemente suave que experimentamos cuando tocamos la piel de otra persona puede no representar la realidad.

En una serie de estudios dirigidos por Aikaterini Fotopoulou del University College London, los participantes calificaron consistentemente la piel de otra persona como más suave que la suya, ya sea que realmente sea más suave o no.

Los investigadores sugieren que este fenómeno puede existir para asegurar que los humanos estén motivados para construir vínculos sociales a través del tacto.

“Lo intrigante de la ilusión es su especificidad”, dice Antje Gentsch, también del University College London.

“Descubrimos que la ilusión es más fuerte cuando la caricia se aplica intencionalmente y de acuerdo con las propiedades óptimas del sistema especializado en la piel para recibir el toque afectivo”.

El sistema de la piel generalmente responde a las caricias lentas y suaves que se encuentran en las relaciones íntimas y codifica el placer del tacto. En otras palabras, esta "ilusión de suavidad social" en la mente del que lo toca es selectiva para las partes del cuerpo y las velocidades de caricia que tienen más probabilidades de provocar placer en el receptor.

"La ilusión revela un mecanismo en gran parte automático e inconsciente por el cual 'dar placer es recibir placer' en el dominio del tacto", dice Fotopoulou.

Se sabe que el contacto social juega un papel importante en la vida humana, desde la infancia hasta la vejez, con efectos beneficiosos sobre la salud física y mental. Muchos estudios se han centrado en los beneficios del tacto para la persona que lo recibe.

Por ejemplo, los bebés prematuros se benefician enormemente del tiempo que pasan en contacto físico directo con sus madres. Sin embargo, dicen Fotopoulou y sus colegas, se sabe muy poco sobre los beneficios psicológicos de tocar activamente a los demás.

Estudios anteriores demostraron que la suavidad y la suavidad estimulan partes del cerebro asociadas con la emoción y la recompensa. Por lo tanto, esta “ilusión” de que otras personas son más suaves asegura que llegar y tocar a otra persona sea su propia recompensa.

Esta ilusión gratificante actúa como una especie de "pegamento social" que une a las personas entre sí. Por ejemplo, tocar a un bebé de manera suave parece darle placer táctil a la madre, dicen los investigadores. De hecho, el sentimiento le da a la madre placer por encima de cualquier otro pensamiento que la madre pueda tener en el momento.

Fotopoulou dice que el siguiente paso es examinar los mecanismos neurofisiológicos involucrados en dar un toque afectivo.

Los investigadores también sienten curiosidad por examinar las diferencias que puedan existir en la experiencia de esta ilusión de suavidad entre socios, amigos y extraños.

Fuente: Cell Press / EurekAlert

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