El ejercicio simple puede ayudar a las personas con demencia

Una nueva revisión de la investigación clínica sugiere que el simple ejercicio puede beneficiar a las personas mayores con demencia.

El ejercicio funciona mejorando las capacidades cognitivas de las personas y mejorando su capacidad para realizar las actividades diarias.

El estudio actualiza una revisión realizada en 2008, cuando solo estaban disponibles cuatro ensayos sobre los efectos del ejercicio en personas mayores con demencia.

En la revisión actualizada, los datos de ocho ensayos con 329 personas mostraron que el ejercicio podría mejorar el funcionamiento cognitivo.

Los datos de seis estudios en los que participaron 289 personas mostraron que el ejercicio podría mejorar la capacidad de las personas mayores con demencia para realizar sus actividades diarias, como caminar distancias cortas o levantarse de una silla.

La revisión sistemática se publica en La biblioteca Cochrane.

Sin embargo, los autores de la revisión dicen que se necesitan más pruebas para comprender cómo el ejercicio podría reducir la carga sobre los cuidadores familiares y los sistemas de salud.

La demencia afecta al cerebro de diferentes formas y se asocia con efectos sobre la memoria y la personalidad. Y a medida que las personas viven más tiempo, se espera que las tasas de demencia aumenten drásticamente en las próximas décadas.

Se cree que el ejercicio podría ser útil para tratar la demencia o ralentizar su progresión, a través de mejoras en la capacidad para realizar las tareas cotidianas y efectos positivos en procesos mentales como la memoria y la atención, que se describen colectivamente como funcionamiento cognitivo.

Por lo tanto, el ejercicio puede beneficiar indirectamente a los cuidadores familiares y al sistema de atención médica al reducir parte de la carga de la demencia.

“En nuestra revisión anterior, no pudimos sacar conclusiones sobre la efectividad del ejercicio en personas mayores con demencia, debido a la escasez de ensayos apropiados”, dijo la investigadora Dorothy Forbes.

“Tras esta nueva revisión, ahora podemos concluir que existe evidencia prometedora de que los programas de ejercicio mejoran la cognición y la capacidad para realizar las actividades diarias. Sin embargo, debemos ser cautelosos sobre cómo interpretamos estos hallazgos ".

Los investigadores siguen siendo cautelosos porque hubo diferencias sustanciales entre los resultados de los ensayos individuales.

Además, no encontraron suficiente evidencia para determinar si el ejercicio mejoraba los comportamientos desafiantes o la depresión en personas mayores con demencia.

No pudieron llegar a ninguna conclusión con respecto a la calidad de vida o los beneficios para los cuidadores familiares y los sistemas de salud porque no había pruebas suficientes.

Sin embargo, los investigadores sugieren que si se dispone de más evidencia en el futuro, podría ayudar a abordar la cuestión de si el ejercicio puede ayudar a las personas con demencia a permanecer en casa por más tiempo.

"Claramente, se necesita más investigación para poder desarrollar pautas de mejores prácticas que permitan a los proveedores de atención médica asesorar a las personas con demencia que viven en casa o en instituciones", dijo Forbes.

"También necesitamos entender qué nivel e intensidad de ejercicio es beneficioso para alguien con demencia".

Fuente: Wiley

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