Un estudio con roedores proporciona nuevas pistas sobre los orígenes del autismo

Un nuevo estudio en ratones de laboratorio sugiere que reducir o limitar los niveles excesivos de síntesis de proteínas en el cerebro puede limitar los comportamientos autistas.

Los investigadores creen que los hallazgos pueden conducir a la creación de productos farmacéuticos destinados a tratar los trastornos del espectro autista (TEA) que están asociados con la disminución de las habilidades de interacción social, la capacidad de comunicación deficiente y los comportamientos repetitivos.

El estudio se informa en la revista Naturaleza.

"La creación de un medicamento para tratar el TEA será difícil, pero estos hallazgos ofrecen una ruta potencial para llegar allí", dijo Eric Klann, Ph.D., profesor de la Universidad de Nueva York y autor principal del estudio.

"No solo hemos confirmado un vínculo común para varios de estos trastornos, sino que también hemos planteado la emocionante posibilidad de que se puedan abordar las aflicciones conductuales de las personas con TEA".

Los investigadores se centraron en el gen EIF4E, cuya mutación está asociada con el autismo. Se propuso que la mutación que causa el autismo aumenta los niveles de eIF4E, el producto proteico de EIF4E, y conduce a una síntesis de proteínas exagerada.

Los investigadores creen que la señalización eIF4E hiperactiva y la síntesis de proteínas exagerada también pueden desempeñar un papel en una variedad de trastornos neurológicos, incluido el síndrome de X frágil (FXS).

En el estudio, los investigadores examinaron ratones con niveles elevados de eIF4E. Descubrieron que estos ratones tenían niveles exagerados de síntesis de proteínas en el cerebro y mostraban comportamientos similares a los que se encuentran en los individuos autistas: comportamientos repetitivos, como enterrar canicas repetidamente, interacción social disminuida e inflexibilidad conductual.

Los investigadores también encontraron comunicación alterada entre las neuronas en las regiones del cerebro relacionadas con los comportamientos anormales.

Para disminuir estos comportamientos autistas, los investigadores probaron un fármaco, 4EGI-1, que disminuye la síntesis de proteínas inducida por el aumento de los niveles de eIF4E.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que podrían devolver la producción de proteínas de los ratones afectados a niveles normales y, con ello, revertir los comportamientos autistas.

Los experimentos posteriores confirmaron sus hipótesis. Los ratones tenían menos probabilidades de participar en comportamientos repetitivos, más probabilidades de interactuar con otros ratones y tenían éxito en navegar por laberintos que diferían de los que habían resuelto anteriormente, mostrando así una mayor flexibilidad de comportamiento.

Investigaciones adicionales revelaron que estos cambios probablemente se debieron a una reducción en la producción de proteínas; los niveles de proteínas recién sintetizadas en el cerebro de estos ratones eran similares a los de los ratones normales.

"Estos hallazgos destacan un modelo de ratón invaluable para el autismo en el que se pueden probar muchos medicamentos que se dirigen a eIF4E", agregó el coautor Davide Ruggero, Ph.D., profesor asociado de la Facultad de Medicina y el Departamento de Urología de UCSF. "Estos incluyen compuestos novedosos que estamos desarrollando para atacar la hiperactivación de eIF4E en el cáncer que también pueden ser potencialmente terapéuticos para los pacientes autistas".

Fuente: Universidad de Nueva York

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