Escuela de adolescentes, los problemas familiares tienden a extenderse durante 2 días
Un nuevo estudio encuentra que los adolescentes pueden enfrentar problemas psicológicos y de humor negativos durante dos días después de un incidente problemático en casa o en la escuela. Los investigadores encontraron que los conflictos familiares y los problemas en la escuela tienden a ocurrir juntos el mismo día.
Además, las secuelas del evento a veces se extienden en ambas direcciones al día siguiente, y los conflictos familiares aumentan la probabilidad de problemas en la escuela y viceversa.
Investigadores de la Universidad del Sur de California han publicado sus hallazgos en la revista Desarrollo infantil.
Los tipos de problemas que surgen del hogar y la escuela incluyen discusiones entre los adolescentes y sus padres, tener un mal desempeño en un cuestionario o examen, faltar a la clase, tener dificultad para comprender el trabajo del curso y no terminar las tareas.
“Se han reconocido los procesos de desbordamiento, pero no se comprenden bien”, según Adela C. Timmons, estudiante de doctorado, y la Dra. Gayla Margolin, profesora de psicología.
"La evidencia de efectos secundarios durante dos días sugiere que algunos adolescentes quedan atrapados en un ciclo reverberante de eventos negativos".
El estudio también encontró que el estado de ánimo negativo de los adolescentes podría ser una forma en que los problemas se transmiten entre áreas (por ejemplo, fallar una prueba puede generar irritabilidad, lo que a su vez puede generar conflictos con los padres).
Además, los síntomas de salud mental pueden poner a los adolescentes en riesgo de que se intensifiquen los efectos secundarios. Los adolescentes con más síntomas de ansiedad y depresión mostraron asociaciones más fuertes entre el conflicto con los padres y el estado de ánimo negativo el mismo día.
Los investigadores diseñaron un estudio para capturar la variabilidad diaria en las experiencias de los adolescentes sobre los conflictos familiares y los problemas escolares.
Los objetivos del estudio se lograron al pedir a más de cien jóvenes de 13 a 17 años y a sus madres y padres que respondieran preguntas al final de cada día durante 14 días. Las familias representaban una variedad de razas y etnias, y una variedad de ingresos.
Los tres miembros de la familia informaron sobre el conflicto familiar durante el día que terminaba, y los adolescentes también informaron sobre su estado de ánimo y sus experiencias escolares el mismo día. Los adolescentes también completaron cuestionarios únicos de síntomas asociados con la depresión, la ansiedad y los problemas de externalización.
Los investigadores creen que los hallazgos del estudio ayudarán a los profesionales a desarrollar intervenciones para ayudar a los adolescentes a manejar mejor sus estados de ánimo negativos.
Una mejor comprensión del derrame emocional que puede ocurrir después de un conflicto o problema podría mejorar las relaciones de los adolescentes con la familia, así como también su desempeño académico.
Fuente: Sociedad de Investigación en Desarrollo Infantil