En el autismo, el reconocimiento de las expresiones faciales tiende a empeorar con la edad

Reconocer las expresiones faciales emocionales, una habilidad que ya está deteriorada en muchas de las personas con autismo, tiende a empeorar con el tiempo, según una nueva investigación de la Universidad de Georgetown.

“Nuestros hallazgos sugieren que mientras los procesos de neurodesarrollo y la experiencia social producen mejoras en las capacidades de reconocimiento de emociones faciales para niños sin autismo, los niños autistas experimentan interrupciones en estos procesos”, dijo la Dra. Abigail Marsh, profesora asociada de psicología en Georgetown College.

Los investigadores encontraron déficits consistentes en el reconocimiento de emociones faciales, particularmente en las expresiones de ira, miedo y sorpresa, al analizar datos de más de 40 estudios previos sobre los déficits de reconocimiento de emociones faciales en niños y adultos con autismo.

“Un importante mensaje para llevar a casa de esta investigación es que las deficiencias en el reconocimiento de las expresiones faciales emocionales empeoran con el tiempo”, dijo la investigadora Leah Lozier, quien acaba de recibir su Ph.D. en neurociencia.

Según Marsh, ha habido una discusión en curso entre los investigadores sobre si existe o no una discapacidad en el reconocimiento de la expresión facial y, si existe, si se aplica solo a unos pocos o muchos tipos diferentes de emociones.

"Es sorprendente el poco consenso que ha habido sobre el autismo y sus efectos en el reconocimiento de expresiones faciales", dijo Marsh, "porque las dificultades en la comunicación no verbal son una parte importante del diagnóstico de autismo".

Los investigadores notaron que, dado que estas dificultades empeoran más adelante en la vida, los adultos con autismo podrían tener aún más problemas en entornos sociales debido a su incapacidad para leer las señales no verbales. Dicen que sus hallazgos respaldan la importancia de desarrollar tratamientos para las personas con autismo mucho antes de que se conviertan en adultos.

“Los adultos autistas tienen incluso más problemas para reconocer las expresiones faciales que los niños autistas”, dijo Marsh. "Dada la importancia de las expresiones faciales para regular las interacciones sociales, esto refuerza la importancia de las intervenciones tempranas que pueden ayudar a evitar que esta brecha se amplíe durante el desarrollo".

Se estima que aproximadamente uno de cada 68 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA) según los últimos hallazgos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El trastorno se caracteriza por dificultades sociales y de comunicación, así como por comportamientos repetitivos.

"Hay un efecto de bola de nieve", dijo Lozier, "que subraya la importancia de desarrollar tratamientos e intervenciones específicas para niños muy pequeños a fin de mitigar las consecuencias del desarrollo antes de que se establezcan deterioros más graves en el reconocimiento de los afectos".

La investigación se publica en la revista Desarrollo y psicopatología.

Fuente: Universidad de Georgetown

!-- GDPR -->