Los adultos mayores con menos vínculos sociales tienen menos probabilidades de someterse a una cirugía de cataratas
Un nuevo estudio se suma al creciente cuerpo de investigación que examina los efectos del aislamiento social en la salud. Los hallazgos, publicados en la revista Oftalmología JAMA, muestran que las personas mayores con muy pocos familiares o amigos tienen menos probabilidades de someterse a una cirugía de cataratas, un procedimiento con amplias implicaciones para la salud.
Una catarata es una afección médica en la que el cristalino del ojo se vuelve progresivamente opaco, lo que provoca una visión borrosa. Es una de las causas más comunes y tratables de discapacidad visual en los Estados Unidos. La cirugía de cataratas puede mejorar la calidad de vida, reducir el riesgo de caídas y reducir el deterioro cognitivo entre los adultos mayores.
Los investigadores del Kellogg Eye Center de la Universidad de Michigan creen que las redes sociales sólidas pueden desempeñar un papel importante en la probabilidad de que los adultos mayores opten por la cirugía de cataratas. Los miembros de la familia no solo pueden motivar a los adultos mayores a cuidar su visión que se desvanece, sino que también pueden ayudarlos a obtener la atención que necesitan.
“Puede llegar a un punto en el que las personas que los rodean deben hablar sobre su visión cambiante”, dijo el autor del estudio Brian Stagg, M.D., oftalmólogo de Kellogg e investigador de servicios de salud en la Universidad de Michigan.
Para el estudio, los investigadores observaron a 9,760 adultos mayores de 65 años con beneficios de Medicare. Descubrieron que aquellos con ninguno, uno o dos miembros de la familia tenían un 40 por ciento menos de probabilidades de recibir una cirugía de cataratas que los adultos con tres o más miembros de la familia. Los datos provienen del Estudio Nacional de Tendencias en Salud y Envejecimiento.
El nuevo estudio de Kellogg Eye Center es consistente con una tendencia en la investigación de la salud que examina el impacto dañino del aislamiento social en la salud.
“Es importante desarrollar una comprensión matizada del impacto de las redes de apoyo social a medida que implementamos estrategias para mejorar el acceso a la cirugía de cataratas para una población mayor en rápido crecimiento”, dijo Stagg.
Hay varias formas de ayudar a los pacientes mayores que pueden no tener una red social suficiente. Por ejemplo, es posible que los médicos de atención primaria y los oftalmólogos deban preguntar a sus pacientes mayores si hay transporte y apoyo disponibles después del procedimiento. Un trabajador social también podría ayudar a navegar la atención, dicen los autores del estudio.
Según los hallazgos, los amigos, cónyuges o parejas no influyeron en la decisión de una persona mayor de someterse a una cirugía de cataratas tanto como sus hijos adultos. Esto sugiere que un hijo adulto que visita regularmente a un padre mayor podría detectar cambios en la visión que otros no han notado.
Fuente: Medicina de Michigan, Universidad de Michigan