En el reconocimiento facial, las características individuales son tan memorables como el conjunto

La capacidad de una persona para reconocer un rostro completo no es mejor que su capacidad para reconocer una característica individual, dicen investigadores de la Universidad de Indiana y la Universidad de California en Los Ángeles.

Tradicionalmente, los científicos han creído que los humanos miran los rostros de manera integral, combinando visualmente los ojos, la nariz y la boca, y que al percibir las relaciones entre ellos, tenemos una ventaja sobre ver cada característica individualmente.

“Sorprendentemente, el todo no era mayor que la suma de sus partes”, dice Jason M. Gold de la Universidad de Indiana.

Para el estudio, los investigadores utilizaron un modelo teórico llamado “integrador bayesiano óptimo” (OBI). El OBI evalúa qué tan bien una persona percibe una serie de información - en este caso, rasgos faciales - y fusiona toda la información como si la persona estuviera percibiendo cada característica una por una.

Se otorgó una puntuación basada en qué tan bien reconoció la persona la combinación de características (toda la cara), y debería haber sido igual a la suma de las puntuaciones de las características individuales. Si la puntuación de toda la cara excedía esta suma, sugirió que la relación entre las características resultó ser la más fuerte; en otras palabras, existe un reconocimiento facial "holístico".

En el primer experimento, los voluntarios vieron imágenes borrosas de tres rostros masculinos y tres femeninos. Luego vieron una característica (un ojo, nariz o boca izquierdo o derecho) o las cuatro en simetría estándar similar a una cara aparecieron en la pantalla. Esa imagen desaparecería y, si veían un ojo, aparecerían seis ojos; si una cara entera, seis caras enteras. Luego, los voluntarios eligieron la función o el rostro que acababan de ver.

En el siguiente experimento, las imágenes de la cara completa se superpusieron en óvalos con forma de cara. En ambos experimentos, el rendimiento con las caras completas no fue mejor que con características aisladas, ni mejor que el OBI. Esto sugiere que los rasgos faciales no se procesaron de manera integral cuando se mostraron en combinación.

“El OBI ofrece un marco matemático claramente definido para estudiar lo que históricamente ha sido un conjunto de conceptos poco definidos”, dice Gold.

Los resultados pueden ayudar a los investigadores a comprender la prosopagnosia del trastorno cognitivo, la incapacidad para reconocer rostros, y también podrían ayudar a desarrollar un mejor software de seguridad de reconocimiento facial. Pero el valor real, dice Gold, está en la investigación básica.

"Si desea comprender las complejidades de la mente humana, comprender los procesos básicos que subyacen a la forma en que percibimos los patrones y los objetos es una parte importante de ese rompecabezas".

La investigación aparece en la revistaciencia psicológica.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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