Actividad cerebral asociada con la mitigación de sentencias penales

Cuando los jurados que sentencian a criminales convictos reciben instrucciones de sopesar no solo los hechos, sino también los factores emocionales delicados, se basan en partes del cerebro asociadas con la simpatía y la formulación de juicios morales, según un nuevo artículo de un equipo de neurocientíficos.

Utilizando técnicas de imágenes cerebrales, los investigadores, incluido Colin Camerer, Ph.D. de Caltech. - encontró que los miembros del jurado más indulgentes muestran niveles elevados de actividad en la ínsula, una región del cerebro asociada con la incomodidad y el dolor y con la imaginación del dolor que sienten los demás.

Los hallazgos brindan información sobre el papel que juega la emoción en los procesos de toma de decisiones de los jurados, lo que indica una estrecha relación entre la simpatía y la mitigación.

En el estudio, los investigadores, dirigidos por Makiko Yamada, M.D., del Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón, consideraron casos en los que a los jurados se les dio la opción de reducir las sentencias para los asesinos convictos.

En esos casos con “circunstancias atenuantes”, se instruye a los jurados para que consideren factores, que a veces incluyen elementos emocionales, que pueden hacer que sientan simpatía por el criminal y, por lo tanto, acortar la sentencia. Un ejemplo sería un caso en el que un hombre mató a su esposa para evitarle una muerte más dolorosa, digamos, por una enfermedad terminal.

“Averiguar si los miembros del jurado están sopesando la simpatía de manera razonable es difícil de hacer, objetivamente”, dijo el investigador Colin Camerer, Ph.D., de Caltech. "En lugar de preguntar a los miembros del jurado, les preguntamos a sus cerebros".

Los investigadores escanearon los cerebros de los posibles jurados mientras los participantes leían escenarios adaptados de casos reales de asesinatos con circunstancias atenuantes.

En algunos casos, las circunstancias provocaron simpatía; en otros, donde, por ejemplo, un hombre se enfureció cuando una ex novia lo rechazó, no fue así.

Los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), un tipo de exploración cerebral que rastrea los aumentos en el flujo sanguíneo oxigenado, lo que indica una mayor actividad cerebral. A los participantes también se les escaneó el cerebro cuando determinaron si reducir las oraciones y en qué medida.

El equipo descubrió que la simpatía activaba la corteza prefrontal dorsomedial, el precuneus y la unión temporoparietal, regiones del cerebro asociadas con el conflicto moral y el pensamiento sobre los sentimientos de los demás.

Asimismo, los miembros del jurado habían aumentado la actividad en estas regiones durante la sentencia cuando las circunstancias atenuantes ganaron su simpatía. En esos casos, también pronunciaron oraciones hipotéticas más breves.

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