Los pesticidas pueden estar relacionados con el "síndrome de La Habana"

Un nuevo estudio encuentra que la sobreexposición a pesticidas fue una causa probable de la condición conocida como "Síndrome de La Habana", un conjunto de síntomas neurológicos que se observaron entre los diplomáticos canadienses que residían en La Habana, Cuba, en 2016.

A partir de agosto de 2017, surgieron informes de que el personal diplomático estadounidense y canadiense en Cuba había sufrido una variedad de problemas de salud, incluidos dolores de cabeza y pérdida del equilibrio, así como dificultades para dormir, concentración y memoria. Inicialmente se creyó que la condición era un ataque acústico al personal de las embajadas de Estados Unidos y Canadá.

El estudio, dirigido por Alon Friedman, MD, de la Universidad Ben-Gurion del Negev (BGU) en Israel y el Centro de Reparación Cerebral de la Universidad Dalhousie en Nueva Escocia, Canadá, se presentará en el simposio “Rompiendo las Barreras de la Ciencia del Cerebro” en Nueva York.

Para garantizar que Friedman y los hallazgos de su equipo se interpreten y comprendan correctamente, Friedman eligió discutir su investigación antes de la publicación revisada por pares con el Canadian Broadcasting Service, que obtuvo un informe preliminar para el gobierno canadiense, filtrado por una fuente desconocida.

El estudio detalla la naturaleza de la lesión, especifica las regiones del cerebro involucradas, incluida la barrera hematoencefálica, y sugiere una posible causa en forma de "inhibidores de colinesterasa", siendo los "insecticidas organofosforados" una fuente probable. La colinesterasa (ChE) es una de las enzimas clave necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso de humanos, invertebrados e insectos.

El estudio involucró a 26 participantes canadienses: 23 diplomáticos canadienses y sus familiares que vivían en La Habana, así como personas que no vivían en Cuba.

“También pudimos evaluar a varios de los sujetos antes y después de que regresaran de Cuba”, dice Friedman. “Nuestro equipo vio cambios en el cerebro que definitivamente ocurrieron durante el tiempo que estuvieron en La Habana”.

Los investigadores atribuyen los hallazgos del estudio a métodos de investigación multidisciplinarios, en particular, al uso de nuevas herramientas de imágenes cerebrales que incluyen técnicas avanzadas de resonancia magnética (MRI) y magnetoencefalografía.

“Seguimos la ciencia y con cada descubrimiento nos hacíamos más preguntas”, dijo Friedman. “Identificar la ubicación exacta del lugar donde se lesionó el cerebro fue un factor importante que nos ayudó a realizar análisis de sangre bioquímicos y toxicológicos específicos y llegar a la conclusión de que la causa más probable de la lesión fue la exposición repetida a neurotoxinas”.

Los investigadores involucrados también representaron una amplia gama de disciplinas, que incluyen neurociencia, neurología, psiquiatría, audio vestibular, oftalmología, toxicología e incluso medicina veterinaria.

“El estudio valida la necesidad de que continuemos aprendiendo más sobre el uso de pesticidas y otras toxinas”, dijo Friedman. "Es un problema de salud mundial que nos recuerda cuánto tenemos que aprender todavía sobre el impacto que las toxinas tienen en nuestra salud".

Fuente: American Associates, Universidad Ben-Gurion del Negev

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