Las metas alineadas aumentan el deseo de copiar a los demás

Intencionalmente o no, las personas suelen copiar las acciones de los demás. Una nueva investigación sugiere que las personas solo sienten la necesidad de imitarse cuando tienen el mismo objetivo.

El estudio, publicado en ciencia psicológica, una revista de la Association for Psychological Science, encuentra que es común que las personas se den cuenta de los movimientos de los demás.

"Esta es la noción de que cuando estás conversando con alguien y no te importa dónde están tus manos, y la otra persona se rasca la cabeza, tú te rascas la cabeza", dice la coautora Sasha Ondobaka, estudiante de doctorado en la Universidad Radboud Nijmegen en los Países Bajos.

Este tipo de mimetismo está bien establecido, pero Ondobaka y sus colegas sospecharon que lo que las personas imitan depende de sus objetivos.

“Si tú y yo queremos tomar café, sería bueno para mí sincronizar mi movimiento con el tuyo”, dijo Ondobaka. "Pero si vas a dar un paseo y necesito un café, no tendría sentido estar acoplado en este nivel de movimiento".

En el estudio, los investigadores diseñaron un experimento para ver si tener los mismos o diferentes objetivos influía en la copia del comportamiento.

Cada participante se sentó frente a un experimentador. Jugaron una especie de juego de cartas en una pantalla táctil incrustada en la mesa intermedia. Primero, aparecieron dos cartas frente al experimentador, que eligió la carta más alta o la más baja.

Luego aparecieron dos tarjetas frente al participante. Esto sucedió 16 veces seguidas. Para algunas series de 16 juegos, se le dijo al participante que hiciera lo mismo que el experimentador: elegir la carta más alta (o más baja).

A otros, se les dijo que hicieran lo contrario. Se les dijo a los participantes que se movieran lo más rápido y preciso posible.

Cuando se suponía que el participante debía hacer la misma elección que el experimentador, se movían más rápido cuando también llegaban en la misma dirección que el experimentador.

Pero cuando se les dijo que hicieran lo opuesto al experimentador, cuando tenían diferentes objetivos, no iban más rápido al hacer el mismo movimiento que la otra persona.

Esto significa tener diferentes objetivos que se interponen en el camino de la necesidad de imitar, dice Ondobaka.

Los investigadores creen que esto muestra que las personas solo copian los movimientos de los demás cuando intentan lograr lo mismo. El resto del tiempo, las acciones están más relacionadas con sus objetivos internos.

"No caminamos como camaleones copiando todo", dice Ondobaka. Si estás en una calle concurrida con decenas de personas a la vista, no estás copiando todo lo que hacen todos, solo aquellos que tienen el mismo objetivo que tú. "Si un colega o un amigo va contigo, cruzarán la calle juntos".

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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