Jugadores problemáticos conectados para tomar otra oportunidad

El cerebro de los jugadores con problemas parece estar programado para responder a "casi accidentes", estimulando al individuo a tomar otra oportunidad y "seguir jugando".

Para estos individuos, los investigadores descubrieron hiperactividad en el área del cerebro que administra el neurotransmisor llamado dopamina.

Estudios anteriores han demostrado que el juego patológico puede ser muy similar a una adicción, como la adicción a las drogas.

Ahora, los investigadores del Reino Unido, Luke Clark, PhD, de la Universidad de Cambridge, y Henry Chase, PhD, de la Universidad de Nottingham han descubierto que el grado en que el cerebro de una persona responde a los cuasi accidentes puede indicar la gravedad de la adicción.

En un año determinado, más de dos millones de adultos estadounidenses sienten una necesidad incontrolable de jugar a pesar de las consecuencias negativas.

En este estudio, los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para escanear los cerebros de 20 jugadores. Los hábitos de juego de los participantes iban desde la compra ocasional de un billete de lotería hasta las apuestas deportivas compulsivas.

Durante el experimento, los voluntarios utilizaron una máquina tragamonedas en pantalla con dos ruedas giratorias de iconos.

Cuando los dos íconos coincidieron, el voluntario ganó alrededor de 75 centavos y las vías de recompensa del cerebro se activaron. Una falta de coincidencia de iconos fue una pérdida. Sin embargo, cuando las ruedas se detuvieron dentro de un icono de un partido, el resultado se consideró casi un error.

Clark y su equipo descubrieron que los cuasi accidentes activaron las mismas vías cerebrales que las victorias, aunque no se les dio ninguna recompensa.

“Estos hallazgos son emocionantes porque sugieren que los resultados casi fallidos pueden provocar una respuesta de dopamina en los jugadores más severos, a pesar del hecho de que no se entrega una recompensa real”, dijo Clark.

"Si estas ráfagas de dopamina están generando un comportamiento adictivo, esto puede ayudar a explicar por qué a los jugadores con problemas les resulta tan difícil dejar de fumar".

En particular, los autores detectaron fuertes respuestas en el mesencéfalo, un área asociada con la adicción que está repleta de células cerebrales liberadoras de dopamina.

También encontraron que los cuasi accidentes estaban relacionados con una mayor actividad en las regiones del cerebro llamadas estriado ventral y la ínsula anterior, áreas vinculadas con la recompensa y el aprendizaje.

Los estudios han demostrado que las personas que juegan juegos de azar, como las máquinas tragamonedas o la lotería, a menudo creen erróneamente que se requiere cierto nivel de habilidad para ganar. Esta ilusión de control a menudo empuja a los jugadores a continuar.

Matthew Roesch, PhD, un experto en recompensas y comportamiento en la Universidad de Maryland College Park que no estaba afiliado al estudio, dijo que el aumento de los niveles de dopamina durante los cuasi accidentes puede ser crítico para impulsar el juego patológico y apoyar la idea errónea de que los juegos de azar implican cualquier habilidad.

“Será necesario un trabajo futuro para determinar si esta respuesta es causal o si esta anomalía es un rasgo preexistente de los jugadores patológicos, y si es común o no en las adicciones”, dijo Roesch.

La investigación se presenta en el último número de La Revista de Neurociencia.

Fuente: Society for Neuroscience

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