¿Por qué creemos en las mentiras incluso después de que se demuestre que están equivocadas?

¿Por qué se “pega” alguna información errónea en la conciencia pública? ¿Por qué la gente sigue creyendo cosas falsas, incluso después de que se ha demostrado que son mentiras?

Investigadores de la Universidad de Australia Occidental, que notaron varios casos de desinformación, como las vacunas infantiles causan autismo, el calentamiento global es un engaño o el presidente Barack Obama no nació en los Estados Unidos, dicen que rechazar la información requiere más esfuerzo cognitivo que simplemente aceptando que el mensaje es verdadero. Es más fácil para una persona creer una simple mentira, que cambiar de opinión con información nueva y novedosa.

El nuevo estudio, dirigido por los psicólogos Dres. Stephan Lewandowsky y Ullrich Ecker, destacan los factores cognitivos que hacen que ciertos fragmentos de información errónea se "peguen" e identifica varias estrategias para "dejar las cosas claras".

Es especialmente probable que la información errónea se mantenga cuando se ajusta a nuestro punto de vista político, religioso o social preexistente, según los investigadores. Debido a esto, la ideología y las visiones personales del mundo pueden ser obstáculos especialmente difíciles de superar. Esto significa que si cree en algo por razones políticas o religiosas, es mucho más difícil cambiar la opinión de una persona y hacer que comprenda un hecho que difiere de la opinión de esa persona.

El informe señala que los esfuerzos para retractar la información errónea a menudo son contraproducentes. La investigación encontró que, contrariamente a la sabiduría común, tratar de corregir la información errónea en realidad puede conducir al fortalecimiento de una creencia errónea. Los investigadores encontraron que es extremadamente difícil desalojar creencias fuertemente arraigadas a través de métodos racionales o lógicos. Se descubrió que esto es especialmente cierto para las creencias sociales, religiosas y políticas.

“Esta persistencia de información errónea tiene implicaciones bastante alarmantes en una democracia porque las personas pueden basar sus decisiones en información que, en algún nivel, saben que es falsa”, dijo Lewandowsky.

“A nivel individual, la información errónea sobre problemas de salud, por ejemplo, temores injustificados con respecto a las vacunas o confianza injustificada en la medicina alternativa, puede causar mucho daño. A nivel social, la información errónea persistente sobre cuestiones políticas puede crear un daño considerable.

"Y a escala mundial, la desinformación sobre el cambio climático está retrasando actualmente la acción de mitigación".

Aunque la información errónea es difícil de corregir, el estudio destaca varias estrategias que pueden ayudar a contrarrestar el poder de la información errónea, que incluyen:

  • Proporcionar a las personas una cuenta alternativa para llenar el vacío dejado por la retractación de información falsa;
  • Concéntrese en los hechos que desea resaltar, en lugar de los mitos;
  • Asegúrese de que la información que desea que la gente se lleve sea simple y breve;
  • Tenga en cuenta a su audiencia y las creencias que probablemente tengan; y
  • Fortalezca su mensaje a través de la repetición.

El informe fue publicado en La ciencia psicológica de interés público.

Fuente: Universidad de Australia Occidental

Este artículo ha sido actualizado desde la versión original, que se publicó originalmente aquí el 23 de septiembre de 2012.

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