El nuevo modelo de dopamina ayuda al tratamiento de la esquizofrenia y la adicción

Un nuevo modelo de la forma en que el cerebro libera dopamina puede ser útil para comprender la adicción a las drogas y en el tratamiento de la esquizofrenia.

La dopamina es una sustancia química importante involucrada en la transmisión de señales entre las células nerviosas.

Los investigadores de la Universidad de Copenhague creen que el modelo será una herramienta importante para ayudar a los científicos a comprender cómo aprendemos y cómo el cerebro percibe la recompensa y el castigo.

Se espera que el modelo se pueda utilizar para comprender la adicción a las drogas y en el tratamiento de la esquizofrenia. El estudio es el artículo de portada del 20 de octubre de 2010. Revista de neurociencia.

En el cerebro, la dopamina está involucrada en una serie de procesos que controlan la forma en que nos comportamos. Si una acción da como resultado la liberación de la sustancia, es más probable que repitamos la acción. Esto se aplica a acciones como comer, tener relaciones sexuales o ganar una competencia.

Sin embargo, lo mismo también es válido cuando las personas toman narcóticos nocivos. Los científicos creen que las enfermedades mentales como la esquizofrenia pueden estar relacionadas con los desequilibrios de dopamina.

Si una acción conduce a una mejor respuesta de la esperada, el cerebro liberará temporalmente más dopamina. Si la respuesta es peor de lo esperado, el cerebro deja momentáneamente de liberar dopamina. Este mecanismo es responsable de nuestra tendencia a repetir acciones que nos han aportado un alto nivel de dopamina, y a evitar aquellas que resultan en niveles más bajos de dopamina.

"Es por eso que muchos ven la dopamina como una señal de aprendizaje", dice el investigador postdoctoral Jakob Kisbye Dreyer del departamento de neurociencia y farmacología, quien participó en la creación del módulo.

“Otros han argumentado que es imposible que el sistema de la dopamina reaccione lo suficientemente rápido como para ser parte de nuestro proceso de aprendizaje. Puede tomar una fracción de segundo aprender algo, pero una célula que libera dopamina funciona lentamente. Si observa un faro que parpadea a una frecuencia lenta, es posible que no note de inmediato que la luz se apagó.

“Del mismo modo, los argumentos en contra de la dopamina como ayuda para el aprendizaje se han centrado en el tiempo de retroalimentación lento cuando experimentas algo malo y que es demasiado lento para que el cerebro establezca una conexión. Nuestro modelo muestra que la señal colectiva de muchas células proporciona una reacción lo suficientemente rápida como para influir en el aprendizaje ".

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los neurólogos es que es difícil estudiar cerebros activos en humanos vivos.

“La neurociencia teórica puede volverse muy complicada fácilmente”, dice Dreyer. "Si tratamos de encontrar explicaciones completas de la forma en que funciona el cerebro, obtenemos modelos que son tan complejos que son difíciles de probar".

Las predicciones del modelo de dopamina, creadas como parte de un esfuerzo de colaboración único entre físicos, matemáticos y neurobiólogos, están respaldadas por observaciones realizadas en modelos animales.

“Las diferentes ramas de las ciencias naturales tienen formas de pensar sorprendentemente diferentes”, dice Dreyer.

Fuente: Universidad de Copenhague

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