El dolor físico y mental puede ser diferente después de todo

Una nueva investigación puede reescribir cómo creemos que el cerebro procesa el dolor.

Durante la última década, los neurocientíficos han creído que el cerebro procesa el dolor físico y social de manera similar.

Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Colorado muestra que los dos tipos de dolor en realidad usan circuitos neuronales distintos.

Los investigadores están entusiasmados con el nuevo hallazgo, ya que el descubrimiento puede conducir a protocolos de tratamiento específicos para cada vía. Los investigadores también pueden comprender mejor cómo interactúan los dos tipos de dolor.

En el estudio, los neurocientíficos utilizaron una técnica a menudo utilizada por los científicos informáticos llamada análisis de patrones multivariados. La técnica permitió a los investigadores examinar los escáneres cerebrales que se tomaron mientras las personas miraban una foto de alguien que los había rechazado.

Luego, los resultados se compararon con escáneres cerebrales realizados por las mismas personas cuando recibían un estímulo de calor doloroso.

“El dolor físico y el rechazo social activan regiones similares del cerebro”, dijo Choong-Wan Woo, estudiante graduado de Boulder de la Universidad de Colorado, autor principal del estudio. "Pero al utilizar una nueva herramienta de análisis, pudimos observar más de cerca y ver que en realidad son bastante diferentes".

El estudio se publica en la revista Comunicaciones de la naturaleza.

Un estudio publicado en 2003 en la revista Ciencias sentó las bases para la teoría de que el dolor social, resultante del rechazo, el aislamiento o la pérdida, utiliza las mismas vías cerebrales que el dolor físico.

La creencia de que los dos tipos de dolor son neurológicamente iguales ha dado lugar a nuevas ideas sobre cómo tratar el dolor social, incluido el uso de analgésicos tradicionales, como el acetaminofén, para tratar de aliviar el sufrimiento emocional.

Los resultados del nuevo estudio son importantes porque podrían ayudar a los científicos a comprender cómo se puede medir objetivamente el dolor social y cómo el cerebro crea estas experiencias angustiantes únicas.

En última instancia, esto podría ayudar a orientar a los científicos y médicos hacia las opciones de prevención y tratamiento que tengan más sentido para el dolor social.

"Aunque hay algunas características psicológicas similares entre el dolor físico y el dolor social, parecían ser bastante diferentes en el cerebro", dijo Woo, del Departamento de Psicología y Neurociencia de Boulder de la Universidad de Colorado.

"Si encontramos que el dolor social es más similar a la tristeza o la depresión en el cerebro que al dolor físico, eso podría afectar las opciones de tratamiento".

Los investigadores creen que los hallazgos podrían ayudar a los científicos a comprender mejor la estructura de las emociones en el cerebro y cómo se regulan las emociones. Los expertos creen que el estudio es un paso importante para permitir a los científicos probar cómo interactúan los dos tipos de dolor.

El conocimiento potencial podría conducir a una mejor comprensión de las relaciones entre las emociones y el dolor físico y la conexión entre los trastornos del dolor y el trauma emocional.

Fuente: Universidad de Colorado


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