La mala postura aumenta la sensibilidad al dolor

Resulta que mamá tenía razón cuando advirtió sobre los efectos nocivos de una mala postura: un nuevo estudio encuentra que una mala postura puede aumentar la sensibilidad al dolor.

Del mismo modo, adoptar posturas dominantes versus sumisas en realidad disminuye su sensibilidad al dolor, dijeron Scott Wiltermuth, Ph.D., y Vanessa K. Bohns, becaria postdoctoral en la Universidad de Toronto.

El nuevo estudio encontró que simplemente adoptando poses más dominantes, las personas se sienten más poderosas, en control y capaces de tolerar más angustia.

De los individuos estudiados, aquellos que usaron la postura más dominante pudieron manejar cómodamente más dolor que aquellos a quienes se les asignó una postura más neutral o sumisa.

Además, los investigadores ampliaron investigaciones anteriores que muestran que la postura de una persona con la que interactúas afectará tu pose y comportamiento.

En este caso, Wiltermuth y Bohns encontraron que quienes adoptaban posturas sumisas en respuesta a la pose dominante de su pareja mostraban un umbral de dolor más bajo.

Un hallazgo interesante de la investigación es que, siempre que sea físicamente posible, las personas no deben acurrucarse en una bola cuando sienten dolor; más bien, intente sentarse con la espalda recta y empujar el pecho hacia afuera y expandir su cuerpo.

La investigación de Bohn y Wiltermuth sugiere que acurrucarse en una pelota puede hacer que la experiencia sea más dolorosa porque te hará sentir que no tienes control sobre tus circunstancias, lo que a su vez puede intensificar tu anticipación al dolor.

Sentarse o pararse derecho puede ayudar a crear una sensación de poder y control que, a su vez, puede hacer que el procedimiento sea más tolerable.

Según investigaciones anteriores, adoptar una postura poderosa y expansiva en lugar de constreñir su cuerpo también puede conducir a niveles elevados de testosterona, que se asocian con una mayor tolerancia al dolor y una disminución del cortisol, lo que puede hacer que la experiencia sea menos estresante.

Además, el estrés emocional también se puede aliviar adoptando una postura dominante.

Finalmente, los investigadores aconsejan a los cuidadores que eviten acciones que harían que un individuo asuma una postura sumisa, ya que esto aumentará en lugar de aliviar el estrés y puede hacer que el individuo afectado sea más susceptible a experimentar dolor.

Por el contrario, los cuidadores deben adoptar una posición más sumisa y ceder el control a quienes están a punto de someterse a un procedimiento doloroso para disminuir la intensidad del dolor experimentado.

La investigación se publica en el Revista de psicología social experimental.

Fuente: Universidad del Sur de California

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