La realidad de los trastornos de ansiedad preescolares

La mayoría de la gente piensa que los niños más pequeños no pueden tener ansiedad. Piensan que debido a que los niños no tienen mucha experiencia en la vida, ¿por qué tienen que estar ansiosos? La verdad es muy diferente. Casi el 20% de los niños en edad preescolar (de 3 a 4 años) tienen una condición de ansiedad. La ansiedad puede estar relacionada con la depresión y problemas de comportamiento y sueño. Debido a esto, es importante tratar la afección lo antes posible. Un estudio publicado en el "Journal of Clinical Child and Adolescent Psychology" explora el diagnóstico de ansiedad en preescolares mediante entrevistas estructuradas. Esto incluyó tanto a los niños en edad preescolar como a sus padres. Los autores, dirigidos por Lea Dougherty de la Universidad de Maryland College Park, analizaron si había un trastorno de ansiedad o no y luego analizaron lo que otros piensan que podrían estar relacionados con un diagnóstico de ansiedad.

La entrevista estructurada fue diseñada para recopilar información que va desde técnicas de crianza hasta antecedentes familiares de afecciones de salud mental. También fue diseñado para detectar trastornos de ansiedad en este grupo de niños. Con estos datos, Lea y su equipo exploraron los vínculos entre ciertos factores y los trastornos de ansiedad en niños en edad preescolar. Las entrevistas pudieron detectar la presencia de algún trastorno de ansiedad, desde el trastorno de ansiedad por separación hasta el mutismo selectivo que altera la comunicación en determinados entornos sociales. Las entrevistas también podrían diagnosticar el trastorno obsesivo compulsivo (una condición en la que el niño tiene pensamientos intrusivos, repetitivos y no deseados). Los entrevistadores también evaluaron el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. El TDAH se compone de problemas para enfocar y dirigir la atención e hiperactividad. Las entrevistas también evaluaron 41 eventos que podrían ser traumáticos para un niño, incluidos problemas relacionados con el sueño, como pesadillas. Solo se entrevistó a los padres utilizando el horario estructurado.

Los preescolares participaron en un estudio de dos horas utilizando varios escenarios diseñados para detectar si el niño tiene una disposición ansiosa o no. Los investigadores instan al niño a mostrar una variedad de emociones y comportamientos a través de estos escenarios. El estudio incluyó dejar a los participantes en una habitación con un extraño y jugar con juguetes nuevos y emocionantes. Cada uno de los episodios se registró a través de un espejo unidireccional para su posterior codificación. La codificación es el proceso de etiquetar las observaciones realizadas por los investigadores para que los datos se puedan comparar y analizar.

Más del 90% de los padres y participantes de preescolar regresaron para otra sesión de laboratorio. Esto fue para evaluar la interacción entre padres e hijos. Esto incluyó seis tareas que van desde la lectura de libros hasta la construcción de bloques. Más de 400 madres y 400 padres también completaron un cuestionario basado en el estilo de crianza.

Lea y sus colegas entrevistaron a 541 niños de tres a cuatro años y sus padres. De este grupo, 106 de ellos (19,6%) tenían un trastorno de ansiedad. Los niños en edad preescolar con trastornos de ansiedad tenían más probabilidades de tener depresión, problemas de sueño, problemas de comportamiento y trastorno de oposición desafiante. El ODD es una condición que se diagnostica en niños que muestran un comportamiento desafiante y desobediente durante más de seis meses. Lea y su equipo encontraron que los niños con y sin trastornos de ansiedad no eran diferentes en términos de edad, género, etnia y estado civil de los padres. Esto sugiere que estos factores no juegan un papel clave en si el niño tendrá ansiedad. Los niños con ansiedad también eran más propensos a la tristeza.

En cuanto a la crianza de los hijos, se consideró que los padres que tenían hijos con un trastorno de ansiedad ofrecían menos apoyo. Esto se compara con los padres de niños sin trastorno de ansiedad. Lea y su equipo también demostraron que los niños con ansiedad tenían más probabilidades de haber pasado por más estrés en los 6 meses anteriores. De todos los niños que tenían un trastorno de ansiedad, 32 de ellos tenían una fobia, 57 tenían ansiedad sin fobia específica y 17 de ellos tenían tanto un trastorno de ansiedad como una fobia. Había cinco factores principales que Lea y su equipo pensaban que contribuían a la ansiedad en los niños en edad preescolar: depresión infantil, problemas para dormir, tiempo en la guardería, eventos estresantes de la vida y problemas de conducta. Según este estudio, la forma en que criamos a nuestros hijos puede ser de gran ayuda para protegerlos de los trastornos de ansiedad. La crianza solidaria puede mejorar el bienestar emocional y ayudarlos a controlar su comportamiento.

Los niños de 3 a 4 años pueden presentar ansiedad grave. Si no se tratan, algunos trastornos de ansiedad pueden empeorar. Los problemas de comportamiento, del sueño y la depresión también pueden afectar a estos niños pequeños si no se controla la ansiedad. Ojalá al ser conscientes de que la ansiedad puede afectar gravemente a los niños y que puede tener malas consecuencias, podamos empezar a tomar medidas para prevenirla.

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