Crianza con presencia durante las vacaciones

Un día del año pasado, íbamos en coche al aeropuerto; mi hija Lucy estaba emocionada de ver los aviones. Mientras conducíamos por la interestatal, pude ver su rostro en el espejo retrovisor mirando por la ventana.

"¡Vi uno!" Ella exclamo. “Mira mamá, cuando prestas atención, a propósito, es posible que veas algo emocionante como un avión”, anunció.

Sus palabras me recordaron una clase de paternidad consciente que tomé cuando ella tenía 2 años. Siempre me ha costado mucho desconectar de mi mente y "prestar atención a propósito". Como madre, puedo pensar en 101 cosas para distraerme en cualquier momento.

Durante la temporada navideña, este sentimiento se multiplica por diez. Con todas las distracciones y oportunidades para desconectarse en lugar de sintonizar, el estrés de las vacaciones puede ser francamente vertiginoso. A medida que se acercan las vacaciones, quiero hacer un esfuerzo consciente para ser un padre con presencia, incorporando las herramientas de atención plena que aprendí hace años.

Suena bastante simple, ¿verdad? Después de todo, ¿a quién no le encantaría reducir la velocidad, relajarse y liberarse, especialmente durante esta época estresante del año? Si tan solo estar presente y consciente fuera tan fácil. Pero, como he aprendido, la atención plena es una práctica que requiere práctica.

Cuando estoy luchando, me recuerdo a mí mismo las palabras de la experta en paternidad consciente Nancy Bardacke: "La verdad es que nuestros hijos viven en el momento actual y, a pesar de lo que podamos decirnos, quieren que nos unamos a ellos".

Podemos estar más presentes con nuestros hijos al estar más presentes con nosotros mismos. Una de las formas en que podemos cultivar esto es aprendiendo las habilidades para la vida de la atención plena.

Mindfulness significa mantener una conciencia de momento a momento de nuestros pensamientos y sentimientos. Una forma en que podemos practicar la atención plena es simplemente prestando atención a la respiración. Durante los momentos difíciles y estresantes que pueden “dejarnos sin aliento”, podemos recordar que debemos volvernos hacia adentro. Mientras respiramos, podemos notar, sin juzgar, cualquier pensamiento que surja, y cuando exhalamos, podemos dejarlos ir.

Cuando nos volvemos más presentes y conscientes, se nos recuerda que cada momento, bueno, malo o neutral, pasará. Como Bardacke comparte tan sabiamente: "Cuando practicas la atención plena, te vuelves más consciente de cada momento, ves las interconexiones de la vida y todas las cosas, y comienzas a darte cuenta de lo precioso que es cada momento".

Muchas de nuestras preocupaciones y problemas relacionados con la crianza de los hijos, especialmente durante momentos estresantes como las vacaciones, nos llevan al futuro. "Tengo que comprar, envolver regalos, hornear galletas, limpiar la casa ..." Antes de que nos demos cuenta, una lista de "cosas por hacer" se ha instalado en nuestras mentes, allanando el camino para la distracción. Conectarse con nuestra respiración es una manera maravillosa de reducir la velocidad y cultivar la paternidad consciente.

También podemos pasar esta herramienta a nuestros hijos. Las crisis navideñas con nuestros pequeños pueden ser inevitables, pero podemos permanecer presentes con sus emociones recordándoles también que respiren profundamente.

¿Tiene curiosidad acerca de cómo puede ser padre con presencia? La profesora y psicóloga de la paternidad consciente, la Dra. Gina Hassan, comparte cuatro formas en que podemos cultivar la atención plena en esta temporada navideña:

  1. Estar agradecidos. Trate de pasar algún tiempo durante las vacaciones haciendo una lista de agradecimiento familiar. Puedes colgar esta lista en tu casa. Úselo como un recordatorio para toda la familia por la que está agradecida.
  2. Estar. Combata el frenesí comercial haciendo que algunas de las “donaciones” que hace durante las vacaciones se refieran a palabras o actos de apreciación en lugar de objetos materiales. Puede incorporar creativamente estas ideas en algunas actividades divertidas para hacer regalos para toda la familia. Por ejemplo, si quieres regalar amor, tus hijos pueden hacer adornos de corazón hechos en casa o cajas de baratijas en forma de corazón que simbolicen el regalo emocional que desean compartir con los demás.
  3. Perdonar. Practica el arte de dejar ir. Las “listas de cosas por hacer” de las festividades pueden volverse abrumadoras y distraídas. Si eliges dejar pasar algo, observa cómo se siente darte permiso para liberarte de alguna responsabilidad. Puede optar por dar un paseo con la familia o pasar un rato tranquilo juntos en lugar de tachar cosas de su lista.
  4. Sea con su respiración. Dedique unos minutos cada día a practicar la meditación respiratoria. Esto no tiene por qué tomar mucho tiempo, pero si lo practicas varias veces durante el día, puede ayudarte a traer más presencia a tu vida. Todos estamos aquí por una cierta cantidad de respiraciones, y cuando nos damos cuenta de la ternura de cada momento que pasa, podemos abrazarlos más plenamente.

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