Tratar la ansiedad social con meditación y entrenamiento de atención plena

La meditación es el núcleo de una nueva generación de tratamientos para la ansiedad social.

Kevin Schjerning, un editor de películas y videos de 48 años, no simplemente no le desagradan las reuniones sociales; los encuentra abrumadores. "Básicamente siento claustrofobia", dice. "Tengo que salir de allí".

Se estima que 22 millones de personas en los EE. UU. Tienen un trastorno de ansiedad social, un miedo intenso e incapacitante de ser juzgado o humillado en situaciones sociales. Vivir con este trastorno puede hacer que las interacciones sociales cotidianas sean un desafío doloroso. Incluso la perspectiva de reunirse con un amigo para almorzar puede resultar abrumadora.

El tratamiento más común para este problema ha sido la terapia cognitivo-conductual, que enseña a los socialmente ansiosos a desafiar y cuestionar su propio pensamiento negativo. Pero una nueva generación de investigadores está descubriendo que el entrenamiento de la atención plena puede ayudar a personas como Kevin a superar esta condición debilitante.

"Mindfulness es prestar atención a propósito, sin intentar llegar a una meta o escapar de nada", explica Steve Flowers, autor de El camino consciente a través de la timidez.

Con una popularidad y un uso cada vez mayores, la atención plena a menudo se aprende a través de la práctica de la meditación, en la que uno observa una experiencia, comenzando con algo simple, como respirar, sin intentar cambiarlo, controlarlo o juzgarlo. Esa actitud consciente, una vez dominada, se puede llevar a cualquier actividad, ya sea charlando en la oficina de correos o dando una presentación importante en el trabajo.

Pero para aquellos con trastorno de ansiedad social, la vida cotidiana es cualquier cosa menos consciente. Daniel Giavedoni, de 26 años, dice que sus temores sobre cómo la gente podría percibirlo le harían retrasar la respuesta a correos electrónicos importantes durante semanas y, por supuesto, cuanto más esperaba, más cohibido y ansioso se volvía.

“Me preocupa lo que se pregunte la gente”, dice. "Es una bola de nieve".

Aprender a superar los miedos, en lugar de evitarlos, es una de las habilidades centrales de un programa de terapia de grupo desarrollado por Jan Fleming y Nancy Kocovski, los autores de El libro de ejercicios de atención y aceptación para la ansiedad social y la timidez. Por ejemplo, dice Kocovski, en lugar de terminar una conversación tan pronto como sienten que comienzan a sudar nerviosos, los miembros del grupo aprenden a “notar el sudor, aceptarlo más y terminar la conversación”.

Un estudio de 2009 realizado por los autores encontró que el tratamiento redujo tanto la ansiedad social como la depresión. Otros estudios han encontrado que el entrenamiento de la atención plena activa áreas del cerebro que ayudan a manejar las emociones.

El poder de una práctica de atención plena, sin embargo, puede surgir al darse cuenta de que uno puede vivir una vida significativa incluso con ansiedad social. Schjerning, que participó en el grupo de Fleming y Kocovski, dice que todavía se siente nervioso en situaciones sociales, pero ahora siente compasión, no juicio, por sí mismo, y ve que "puedo ser más la persona que quiero ser".

Manejar la timidez con atención

Pruebe estos cinco consejos para afrontar la ansiedad social:

  • Acepta tu timidez en lugar de luchar contra ella. Puede ponerse nervioso en situaciones sociales, pero está bien. Aprenda a apreciar esto como parte de sí mismo.
  • Concéntrese en toda su experiencia. En lugar de simplemente escudriñar su propio comportamiento, preste atención a su entorno, la conversación en cuestión o lo que sea que esté haciendo.
  • Reconozca que no está solo; más de 22 millones de personas en los EE. UU. viven con este desafío.
  • Cultive la autocompasión; experimentar ansiedad social no disminuye su valía o valor como persona.
  • Recuerda que este momento es solo un momento: las ansiedades y los miedos, especialmente en situaciones sociales, van y vienen. No durarán para siempre.

Este artículo es cortesía de Spirituality and Health.

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