Cómo usar un diario de pensamientos

Muchos psicólogos y terapeutas utilizan la terapia cognitivo-conductual para tratar una variedad de enfermedades mentales, incluido el trastorno bipolar, los trastornos de ansiedad, los trastornos alimentarios y la depresión. Se puede usar con adolescentes que luchan contra la adicción y otras conductas de riesgo, como cortarse.

Esencialmente, la terapia cognitivo-conductual (TCC) tiene como objetivo cambiar el comportamiento identificando patrones de pensamiento negativos y distorsionados (o pensamientos). Esta forma exitosa de terapia enfatiza el vínculo entre pensamientos, sentimientos y comportamiento.

Más importante aún, intenta identificar la forma en que ciertos pensamientos contribuyen a los problemas únicos de la vida de un adolescente. Al cambiar el patrón de pensamiento y reemplazarlo con pensamientos dirigidos hacia una meta terapéutica específica, la vida de un adolescente puede comenzar a cambiar lentamente.

Para hacer esto, se le puede pedir a un adolescente que use un diario de pensamientos. Es una herramienta de documentación para controlar los sentimientos de ansiedad, miedo, dolor, ira, vergüenza, culpa o tristeza. Además de anotar cuándo y dónde se experimentaron estos sentimientos, un adolescente también anotaría el pensamiento asociado que tuvo con ese sentimiento en una situación particular.

Reflexionar sobre el diálogo interno que uno tuvo durante una situación específica puede facilitar encontrar esos pensamientos que son dañinos y contraproducentes. Sin este tipo de reflexión, estos pensamientos dañinos podrían pasar desapercibidos, y cultivar este tipo de conciencia es el beneficio de la terapia cognitivo-conductual.

Sin embargo, eso no es todo. Un diario de pensamientos también invita al adolescente a escribir un pensamiento alternativo, uno que sea más útil, realista y de apoyo.

Por ejemplo, en lugar de "No valgo nada", el nuevo pensamiento podría ser "Puedo hacer esto". Los adolescentes que trabajan con un terapeuta de TCC aprenderían que los pensamientos útiles son los que promueven la autoaceptación. También expresan preferencias versus pensamientos que hacen demandas absolutas con palabras como "debería" o "debe".

A continuación, se anima al adolescente a utilizar sus nuevos pensamientos alternativos, especialmente cuando se encuentra en circunstancias similares. A medida que continúa la terapia, continúa el proceso de distinguir los sentimientos. También se examinan otras emociones como el enfado, la preocupación, el arrepentimiento o el remordimiento para descubrir sus efectos en el comportamiento y las elecciones de un adolescente.

El diario de pensamientos también se utiliza para evaluar la intensidad de las emociones, lo que aumenta aún más la conciencia del adolescente sobre los sentimientos, pensamientos y comportamiento. La capacidad de la CBT para aumentar la conciencia de uno también facilita la capacidad de dejar de tomar decisiones inconscientemente y comenzar a tomar decisiones que apoyen una autoestima saludable. Este es un componente esencial para el éxito de un adolescente.

De hecho, la terapia cognitivo-conductual puede facilitar el bienestar mental, reducir la ansiedad, minimizar las conductas de riesgo y prevenir el consumo de drogas. La TCC se utiliza cada vez más con jóvenes con problemas, y el diario de pensamientos es una de las herramientas poderosas que se utilizan en la TCC para hacer posibles estos cambios.

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