Cómo encontrar fortaleza espiritual en tiempos de enfermedad

Algunas personas se despiertan espiritualmente sin entrar en contacto con ninguna técnica de meditación o enseñanza espiritual. Pueden despertar simplemente porque ya no pueden soportar el sufrimiento. - Eckhart Tolle

A veces en la vida, enfrentamos un dolor tan grande que debemos concentrarnos en sobrevivir un día a la vez, o incluso por horas o minutos. Durante estos momentos, se siente como si nuestro corazón gravitara naturalmente hacia lo espiritual, ya que solo hay cierta cantidad de tristeza, miedo, amargura o dolor que un corazón humano puede contener antes de quebrarse.

Anhelamos encontrar lo bueno en la mala situación, el propósito en el sufrimiento, la seguridad en lo desconocido. Y una vez que finalmente dejamos ir nuestro miedo y damos un salto de fe, experimentamos esa familiar sensación de paz y seguridad que parece trascender el sufrimiento.

Numerosos estudios a lo largo de los años han confirmado los increíbles beneficios de tener fuertes creencias espirituales en tiempos de dificultad y enfermedad. Estos hallazgos no solo muestran que la espiritualidad está relacionada con una salud emocional y mental más fuerte, sino también con la salud física.

Un nuevo análisis, publicado en la revista CÁNCER, ha descubierto que los pacientes con cáncer con mayor religiosidad y espiritualidad en general experimentaron una mejor salud física, una mayor capacidad para realizar sus tareas diarias y tenían menos síntomas físicos de cáncer.

"Estas relaciones fueron particularmente fuertes en pacientes que experimentaron mayores aspectos emocionales de la religión y la espiritualidad, incluido un sentido de significado y propósito en la vida, así como una conexión con una fuente más grande que uno mismo", dijo la autora principal, Heather Jim, PhD, de la Moffitt Cancer Center en Tampa en un comunicado de prensa.

El equipo de investigación también encontró que los pacientes con cáncer con un sentido más fuerte de espiritualidad tenían menos síntomas de depresión, ansiedad y angustia. Por el contrario, la angustia espiritual y la sensación de desconexión de Dios estaban vinculados a un peor bienestar emocional y una mayor angustia psicológica.

Una mayor espiritualidad en los pacientes con cáncer también se vinculó con relaciones más saludables. Los hallazgos muestran que aquellos que creen en un Dios benevolente (a diferencia de un Dios distante o que se enoja fácilmente) y aquellos con convicciones más fuertes de que se puede pedir ayuda a un Dios personal, tuvieron más facilidad para mantener relaciones y contactos sociales. En contraste, aquellos que lucharon con su fe lucharon más con su vida social.

En otro estudio reciente, publicado en Revista de investigación de servicios sociales, los investigadores encontraron que las personas que carecen de un significado último en la vida, un aspecto importante en la espiritualidad, son más propensas a sufrir problemas de salud mental y abuso de sustancias.

Si bien vivir por fe es nutritivo en todo momento de nuestra vida, apoyarnos en la fe durante los momentos más difíciles brinda la oportunidad de aumentar aún más nuestras convicciones. Tenemos la oportunidad de experimentar un tipo especial de paz que contrasta con el sufrimiento.

Si está pasando por una enfermedad grave u otro tipo de dolor, confíe en que el aferrarse a sus creencias afectará todos los aspectos de su vida: su espíritu, su mente y su cuerpo físico. Deja ir tu miedo y alimenta tu alma con fe.

Este artículo es cortesía de Spirituality & Health.

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