Señales de advertencia de perfeccionismo (y cómo solucionarlas)
Los perfeccionistas nunca se sienten exitosos porque siempre hay más por hacer, más por mejorar, más por "arreglar". Debido a esto, a menudo se quedan paralizados por la inacción o por demasiada acción.
Aquí hay algunas señales de que está viviendo con una mentalidad perfeccionista:
- Te aferras a cosas pesadas porque no sabes cómo dejarlas ir.
Los perfeccionistas pueden llevar consigo niveles épicos de resentimiento y decepción. Pasan gran parte de sus días tratando de dar sentido a las cosas, defendiéndose ante un juez y un jurado imaginarios y sintiéndose constantemente atacados. No están bien consigo mismos.
Por dentro, se sienten inadecuados e indignos, y perciben que los demás también sienten lo mismo por ellos. Cuando alguien lo critica, lo juzga o lo ignora, es imposible dejarlo ir porque no tiene una comprensión firme de su propio sentido de sí mismo. Por el contrario, también juzgan a los demás con dureza porque les tranquiliza no sentirse como la persona más imperfecta de la sala.
Qué hacer en su lugar:
Comunícate, aunque solo sea contigo mismo en tu diario al principio. Los sentimientos heridos a menudo son causados por suposiciones y malas comunicaciones. Empiece a tomar medidas para cuestionar su percepción de la situación. ¿Estás seguro de que la otra persona realmente tenía la intención de hacerte daño? ¿Podría haber más en la historia? Vale la pena discernir si todo este juicio puede comenzar a ser reemplazado por compasión y gracia.
- Permanece en silencio, incluso cuando su cerebro está funcionando a toda marcha.
Los perfeccionistas a menudo describen sentirse atascados y enloquecidos al mismo tiempo. Se sienten obligados a ponerse una máscara y ocultar sus verdaderos sentimientos al mundo porque la vulnerabilidad es demasiado arriesgada. Dicen que todo es genial cuando no es porque hayan aplastado sus verdaderos sentimientos durante tanto tiempo, se hayan desconectado de ellos. Luchan por encontrar las palabras adecuadas para expresar cómo se sienten y cómo se sienten realmente a menudo se les escapa.
Saben que las cosas van mal, simplemente no saben dónde o cómo empezar a cambiarlas.Qué hacer en su lugar:
Comience cada día con un registro personal. Siéntate sin distracciones y pregúntate:¿Cómo se siente hoy mi cuerpo? ¿Hay áreas que están cansadas, estresadas o necesitan atención?
¿Cómo se siente hoy mi mente? ¿Me siento centrado y claro en lo que quiero que traiga el día o mi mente va en un millón de direcciones diferentes incluso antes de levantarme de la cama?
¿Cómo se siente hoy mi alma? ¿Me siento conectado a mi intuición o me siento aislado, atascado, agotado?
El simple hecho de convertir en un hábito conectarse contigo mismo por la mañana y según sea necesario a lo largo del día te iniciará en el camino hacia el conocimiento y la comprensión de quién eres realmente.
- No sabes cómo vivir en las zonas grises de la vida.
Los perfeccionistas tienen una mentalidad de todo o nada. Las cosas deben hacerse con los más altos estándares o no deben hacerse en absoluto. Los proyectos y las metas se dividen en dos categorías: "éxito" y "fracaso". Y a los perfeccionistas les aterroriza fallar porque todo su sentido de sí mismos depende de cómo son vistos y juzgados por otras personas y por la validación externa. Los perfeccionistas tienden a comprometerse demasiado con las cosas o nada en absoluto porque hacer las cosas sin la seguridad de que todo saldrá exactamente como se desea es una perspectiva demasiado aterradora.
Qué hacer en su lugar:
Tu miedo al fracaso te desconecta de tu yo auténtico. Tu intuición es la voz de tu yo auténtico y te dice cuándo dejar algo y cuándo seguir adelante sin importar el juicio de los demás. Cuando valora lo que la sociedad, la cultura o incluso su familia y amigos piensan sobre lo que sabe en su corazón que es mejor para usted, se priva de la elección y la libertad que se obtienen al vivir de acuerdo con sus propios valores.
Cuando abandona la mentalidad perfeccionista, puede vivir desde un lugar de su propio conocimiento instintivo e intrínseco: su intuición. Las cosas a tu alrededor cambian y te adaptas a ellas, pero nunca cambias la esencia de quién eres. Estás completo.