Perdón: por qué debería considerarlo y cómo perdonar

Un regalo para ti mismo

La idea del perdón hace gritar a mucha gente, ¡¡Nunca!!De hecho, el resentimiento, la culpa, la recriminación y el deseo de venganza parecen mucho más naturales que el perdón.

¿Se puede ganar algo perdonando a un ofensor?

Anteriormente asociado solo con el bienestar espiritual, ahora se sabe que también mejora la salud emocional, mental y física. Liberar el resentimiento, el odio y la amargura rompe la conexión preocupante con el ofensor. Ya no consumido por lo que le hicieron, puede alejarse y más allá de la ofensa. Sin las emociones paralizantes, las heridas pueden convertirse en fuerza y ​​sabiduría.

Algunos hechos sobre el perdón

El perdón no te exige olvidar la experiencia. No significa que esté tolerando lo sucedido o minimizando la ofensa. No te hará parecer débil o vulnerable. De hecho, si es posible y apropiado, puede expresar claramente el impacto que las acciones dañinas tuvieron en usted. Su perdón no depende de que el ofensor lo merezca, lo pida o exprese remordimiento. No significa reconciliarse o confiar si no hay señales de cambio o arrepentimiento sincero.

¿Estás listo para perdonar?

El perdón no se puede forzar. Es una elección que puede hacer o no. Es posible que nunca esté listo o solo muchos años después del incidente que lo lastimó o lo lastimó.

Estás listo para dejar ir el dolor y la amargura cuando ...

  • Estás dispuesto a dejar pasar el pasado
  • Está preparado para ver el incidente de forma racional y desde una perspectiva amplia, teniendo en cuenta todos los factores.
  • Estás cansado de sentirte víctima
  • Cuestiona la idea de que el pasado es responsable de su infelicidad presente
  • Te das cuenta de que depende de ti aceptar el estancamiento o seguir adelante

Elige tu amable perdón

Si piensas en el perdón como una emoción benévola, es posible que nunca puedas sentirlo por un ofensor. Pero hay otra forma de perdón en la que la carga emocional negativa se reemplaza con la aceptación e indiferencia real. Se basa en una evaluación racional y realista del incidente doloroso, cómo se produjo y el papel de cada persona en él. Esto a menudo es suficiente para liberar la esclavitud negativa del perpetrador / agresor para que ya no juegue un papel en su vida presente y futura.

Los cuatro pasos del perdon

  1. Cuente su historia. Describa lo que pasó. Reconozca que se ha cometido una infracción y asigne la responsabilidad de forma adecuada. Identifique claramente a la (s) persona (s) que le causaron daño.
  1. Reconozca el dolor que siente. Puede fluctuar, aumentar de intensidad o retroceder a un segundo plano. No intente reprimir sus emociones. Pero tampoco desaparezca en ellos. Sea testigo de sus sentimientos y aguante hasta que se calmen. Observe y desafíe sus pensamientos relacionados con los sentimientos. ¿Son racionales o dramatizan la situación? ¿Son verdaderas y realistas o simplemente ruidosas e insistentes? ¿Te hacen sentir peor o te ayudan a liberar tus emociones?
  1. Entiende lo que pasó. ¿Por qué la otra persona podría haberse comportado de la manera que lo hizo? Cual es su historia? ¿La ofensa fue dirigida intencionalmente a usted o fue el resultado de su propia falta? ¿Se propusieron lastimarte o estabas en el lugar equivocado en el momento equivocado con las personas equivocadas?
  1. Cuente la historia de otra manera. Sin condonar la ofensa, use su nueva perspectiva para replantear la experiencia con mayor comprensión y desapego.
  2. Crea cierre. Usa lo que te dé una sensación de finalización:
    • Escribe una carta de perdón al ofensor. Puede enviarse, quemarse o liberarse simbólicamente de alguna manera.
    • Crea un ritual que simbolice tu turno. Por ejemplo, dibuja un símbolo de tu dolor en un globo y suéltalo en el cielo.
    • Celebre su nueva perspectiva haciendo algo especial que disfrute.

Reconozca que tuvo la fuerza y ​​el coraje para extender el perdón a alguien que puede o no merecerlo. Eso ya no importa. El perdón se trata de ti, no de ellos. La parte más importante es lograr tu propia libertad interior, ya sea que se base en la compasión o en la aceptación neutral.

¿Y si tienes que perdonarte a ti mismo?

A veces es más fácil perdonar las acciones de otra persona que tu propia transgresión o error. Es posible que se esté castigando a sí mismo, atrapado en la auto-recriminación, la culpa y la vergüenza, por algo que hizo o no hizo. Pero la auto-condenación no tiene ningún beneficio. No cambia nada. Solo elegir diferentes comportamientos o enmendar sus acciones marcará la diferencia en el futuro.

Para perdonarse a sí mismo, necesita mostrar compasión o al menos comprensión a sí mismo.

Reconozca que hizo lo mejor que pudo, con el conocimiento que tenía, en las circunstancias, con los recursos disponibles en ese momento. Elija la autoaceptación en lugar de una autoevaluación destructiva y aplique los pasos descritos anteriormente.

La creación de un estado de perdón se puede hacer en privado o con una persona de confianza, a través de la escritura, la expresión artística, la imaginación o enfoques terapéuticos específicos. Sea cual sea su camino, recuerde su objetivo final: levantar las nubes emocionales dentro de usted y liberarse de la negatividad que lo mantiene atado al pasado.

Si pudiste perdonar a alguien, ¿cómo te beneficiaste? ¿Intentaste perdonar, pero te resultó demasiado difícil? ¿Cómo te perdonaste después de tropezar? ¿Cuál es tu experiencia con el perdón? Siéntete libre de compartir tus pensamientos y dejar un comentario.

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